Comparsas, ferias y eventos deportivos concitan el interés de quienes acuden a la fiesta del Yamor.

Robert Jick y su novia Beni llegaron hace tres días desde Canadá para disfrutar de las festividades del Yamor, que comenzaron el pasado viernes, con el pregón de la alegría.

Esta pareja de novios planificó desde el año pasado su viaje. Lo hicieron luego de conocer en Montreal a unos indígenas originarios de esta ciudad. Les llamó la atención su vestimenta y las artesanías que expendían, navegaron por internet y conocieron más detalles de la cultura otavaleña.

Ayer disfrutaron de un largo recorrido por la Feria Sabatina, un amplio mercado de artesanías autóctonas, que se instala en la Plaza de Ponchos.

Publicidad

Los coloridos collares, aretes, adornos, y vestimenta les cautivaron y no sabían qué elegir para llevar de recuerdo a sus amigos y parientes.

Así como estos turistas canadienses, cientos de personas, nacionales y extranjeros, eligen estas fechas para visitar Otavalo. Saben que durante quince días tienen varias opciones para escoger y disfrutar.

Según el alcalde de la ciudad, Mario Conejo, el Yamor es una oportunidad para mostrar al mundo la riqueza cultural del pueblo otavaleño. “Es una celebración que conjuga la tradición y es el medio para fortalecer lazos interculturales”.

Publicidad

Ayer se realizó el VIII Festival Latinoamericano de Danza. Grupos de Bolivia, Perú , España y Ecuador animaron este programa, en donde los visitantes disfrutaron de los bailes típicos de cada país.

Una exposición de fotografías denominada “Otavalo Turístico”, la feria andina de comidas típicas, torneos deportivos también fueron otras atracciones de la celebración.

Publicidad

La gastronomía no se puede quedar atrás. La chicha del Yamor, una bebida tomada como complemento al plato típico compuesto por llapingachos, carne colorada, mote, empanadas y encurtido, fueron los más solicitados en los restaurantes que funcionan en la ciudad.