Informes  desclasificados indican cercanía con países del Eje. Hijo de Arroyo lo niega.

El servicio de espionaje estadounidense veía que el Gobierno de Ecuador simpatizaba con el Eje: la Alemania nazi, la Italia fascista y el Japón imperial; y Perú con los aliados, encabezados por EE.UU. en la época de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945, cuando los dos países libraban a su vez un conflicto limítrofe en 1941).

Los dos países están entre los que tienen las referencias más numerosas de sus acontecimientos internos, según los más de 750.000 documentos a los que la OSS calificó de secretos y fueron difundidos al público el jueves por los Archivos Nacionales de Estados Unidos.

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Aun cuando la OSS miraba básicamente al otro lado del Atlántico, su división para América Latina era muy importante, dijo Lawrence H. McDonald, experto en asuntos militares  de los Archivos Nacionales.

Indicó que la OSS, que tenía unos 24.000 agentes, el doble de lo que inicialmente se pensaba, estuvo tan involucrada en América Latina que motivó una protesta de Nelson Rockefeller, el multimillonario filántropo  amigo de la región y que años más tarde llegó a ser vicepresidente de Estados Unidos.

En algunas tarjetas hay críticas a ciertas altas autoridades del gobierno del entonces presidente ecuatoriano Carlos Alberto Arroyo del Río, así como a sus jefes militares, por sus simpatías con el Eje.

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Dice la OSS que en medio de esas simpatías, Ecuador cayó en una situación política inestable con  agitación popular de grupos locales nazis.

Menciona como  fascistas al mayor José Frechou y al teniente coronel Antonio Alomía Robles; al teniente coronel Carlos Meneses, jefe de la guarnición en las Galápagos; y al teniente coronel Agustín Albán Borja, jefe de la tercera zona militar ecuatoriana, y otros.

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En uno de los textos, con fecha 18 de mayo de 1942, incluso, se señala a Albán Borja como informante del Eje.

El jefe del FBI, J. Edgar Hoover, comunica en esa fecha al director de la OSS, el coronel William J. Donovan, que el ecuatoriano, entonces de visita en Washington, es un simpatizante de la causa peruana en la guerra ecuatoriano-peruana.

Se dice que es un admirador del fascismo y los gobiernos totalitarios. “Yo creo que su propósito aquí es informarse de vitales secretos militares y pasarlos a las potencias del Eje”, escribió Hoover.

Agustín Arroyo Yerovi, hijo del fallecido presidente, dice que esa información es falsa. “Mi padre, incluso, rompió relaciones diplomáticas con esos países”, recuerda.

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Arroyo Yerovi señala, sin embargo, que dentro de su familia sí había simpatizantes del gobierno nazi, como su tío político Rafael Pino Roca, que se había educado en Alemania.

Arroyo Yerovi señala que su padre tenía una buena relación con el gobierno estadounidense y, de hecho, este  efectuó una visita al presidente Franklin D. Roosevelt. “Nos quedamos en Casa Blanca y ambos visitaron fábricas de material militar”, recuerda él, quien entonces tenía unos 20 años.

De Albán Borja, Arroyo Yerovi recuerda que fue agregado militar en la Embajada de Ecuador en Estados Unidos entre 1941 y 1943.

Pero Juan Meriguet, hijo de Raymond Meriguet, fundador del movimiento Antinazi en Ecuador, sostiene que durante el gobierno de Arroyo del Río hubo una gran represión contra los grupos antinazis y antifascistas. Su padre y sus compañeros, asegura, fueron detenidos en varias ocasiones.

Las simpatías ecuatorianas con el Eje parecieron tan graves que la OSS preparó un informe titulado  “Las actividades fascistas en el Ejército ecuatoriano”, entregado el 3 de junio de 1942 por Hoover a Donovan.

En el caso del Perú, el gobierno del presidente Manuel Prado es mencionado en algunos textos como  simpatizante de los aliados, tanto como varias personalidades, entre ellos Rafael Belaúnde y Diez Canseco.

Pero se menciona, según otra anotación, al historiador Jorge Basadre como “muy estadounidense” en sus actitudes, pero debido a su linaje español-alemán también pro alemán y pro español... pero no pro Eje.

Víctor Raúl Haya de la Torre, el político fundador del APRA, el partido del actual presidente Alan García, es considerado  un agitador y en un comentario referido a un informe, Hoover dice el 17 de febrero de 1942 a Donovan que el APRA, ahora llamado Partido Aprista Peruano, es una organización nazi.

Otra tarjeta señala al mayor César A. Larco, que por entonces era el único oficial de inteligencia del Ejército peruano, como un informante de la OSS. En una tarjeta de referencia con fecha 2 de enero de 1943 se menciona un perfil del propio Larco después de haber rendido  un informe oral y escrito de la presente penetración nazi en el norte del Perú.

El informe que dio Larco  incluye una larga lista de individuos sospechosos, tanto nazis como japoneses, organizaciones subversivas como la Empresa de Transportes Terrestres Expreso Continental, y las posibles ubicaciones de estaciones radiales clandestinas (se dice que el Colegio de las Ursulinas en Sullana alberga a alemanes fugitivos).

Desde enero de 1942, al mes siguiente del ataque de Japón a la base naval estadounidense de Pearl Harbor, Perú estuvo ya facilitando el arresto de miles de personas de origen japonés en su territorio.

Larco contradice las apreciaciones de EE.UU. de entonces, cuando en una entrevista con la OSS afirma que el 90% del Ejército peruano es pro alemán y hace críticas a la fuerza policial de su país calificándola como  ineficiente y poco confiable.

Agustín Arroyo Yerovi
Hijo de Carlos Arroyo del Río

“Mi padre apoyaba ciento por ciento a los aliados. Es falso que tenía simpatía por los nazis o los fascistas”.