Como ella, miles de ciudadanos de Durán, Samborondón y Guayaquil tuvieron ayer que caminar una gran distancia o desviar su ruta habitual por el cierre de los puentes por parte de los taxistas informales.

“Más de una hora tengo caminando, no es posible este maltrato”, enfatizó Suárez.

En la avenida Pedro Menéndez Gilbert se formó una hilera de carros a la espera de  cruzar los viaductos. A la altura de la Base Naval Norte miembros de la CTG desviaban el tráfico y con altoparlantes informaban a los conductores que la única alternativa  para llegar a Samborondón y Durán era el Puente Alterno Norte (PAN).