El bloque, operado por la estatal brasileña Petrobras, está constituida por Teikoku Oil con el 40%; Ecuador TLC (Petrobras) con el 30%; Cayman International con el 18% y Petromanabí con el 12%. Esta última compañía, por pertenecerle a los hermanos Isaías, pasó desde la madrugada del martes a manos de la AGD.

Petrobras, según la Dirección Nacional de Hidrocarburos (DNH), es la tercera compañía privada que más extrae crudo; produce un promedio de 31.000 barriles diarios, de los 500.000 que el país genera.

Para el Estado, ingresar a un paquete accionario petrolero privado no es nuevo. Su primera experiencia –no  fructífera– fue con el bloque 1 operado por la coreana Canadá Grande y cuya producción petrolera no supera los 100 barriles.

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En esa área, Tripetrol, de propiedad del ex banquero Alejando Peñafiel (dueño del Banco de Préstamos) tenía el 50% de las acciones, pero luego de perder un proceso legal con la AGD pasó a tener la mitad del paquete accionario del bloque 1.

La AGD desde su ingreso al bloque no ha enfrentando ningún compromiso de inversión, según datos de Petroecuador, pero el futuro para el bloque 18 no se pinta igual, manifestó Galo Chiriboga, ministro de Minas y Petróleos.

El funcionario garantizó que el Estado asumirá los derechos y las obligaciones societarias del área incautada; lo que incluye inversiones según el porcentaje que le corresponde.

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Para emprender tales acciones, sin embargo, deberá esperar a que “la medida legal adoptada se formalice”.

Incluso, dijo Chiriboga, “ dispuse a la Dirección  de Hidrocarburos tomar los recaudos necesarios para que los derechos patrimoniales sean precautelados”. Además espera que la estatal Petroecuador se haga cargo.

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Sobre el bloque 18 y el campo petrolero Palo Azul pesa además un proceso de caducidad del contrato, por inconsistencias legales.