Atemorizó a Quito desde 1988 por las violaciones que cometió contra menores y turistas extranjeras en el sector donde están las antenas del Pichincha, por lo cual estuvo preso.

Veinte años después reaparece en la zona del Teleférico acusado de violar a seis turistas extranjeras. Se trata de Nelson Byron Bedón Rugel, de 53 años, conocido como el Desdentado del Pichincha, quien fue detenido la semana pasada en  Quito.

La Policía seguía sus pasos cuando recibió las denuncias de las turistas agredidas.
De las versiones  recabadas por las víctimas, los investigadores policiales constataron que el agresor era un experto conocedor de la zona. A través de las características físicas: sin dientes superiores, espesor de sus cejas y estatura mediana se pudo armar un identikit del violador. “Siempre se tuvo la certeza que podría tratarse del Desdentado  o su alumno”, aseguran ahora los investigadores policiales.

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Históricamente, desde que fue señalado como violador, las víctimas del Desdentado narraban que cuando las atacaba no se dejaba ver su rostro. Usaba un pasamontañas, el que dejó de ponerse en los últimos meses, por eso dejó ver que le faltaban sus dientes superiores.

Sin embargo, lo que sí no dejó de hacer en sus ataques era amarrar manos y pies de las víctimas y sus acompañantes con cordones de los zapatos o cinturones que portaban. Luego los ataba a árboles, excepto cuando los golpeaba con fuerza y los dejaba inconscientes.

La mañana del pasado 2 de julio en  San Fernando, en el sur, se lo detuvo cuando ascendía al monte Unguí, suponen en busca de más víctimas. Portaba arma calibre 32, un machete, una gorra pasamontañas, un par de binoculares, una chompa de color amarillo y un par de botas tipo militar. En ese operativo se lo detuvo por tenencia ilegal de armas, mientras se coteja su ADN con el de las víctimas.

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Según el director nacional de la Policía Judicial, Juan Francisco Sosa, Bedón cuenta con 16 detenciones anteriores por robo, secuestro y violaciones. En su vida acumula 37 violaciones, entre 1988  y el 2000. Su predilección son las extranjeras, a quienes hallaba por las laderas. “Él es sujeto peligroso  conocido como  el Desdentado del Pichincha por la carencia de sus dientes superiores”, dice un policía, y recalca que se refugiaba en el bosque protector de las antenas del  Pichincha.

Testimonio
VÍCTIMA DEL DESDENTADO

‘Nos fotografió y nos violó’.
“Una amiga y yo ascendimos al Pichincha en la mañana. Hicimos cumbre a las 13:00 y bajamos por un sendero. En el camino, un sujeto cubierto con pasamontañas nos interceptó. Nos amedrentó con un machete y una pistola.
Nosotras corrimos y nos ocultamos. Cuando vimos que el hombre desapareció y más gente pasaba por ahí, salimos y nos integramos a un grupo de personas.
Entonces el sujeto apareció de nuevo y nos amenazó a todos los que estábamos en ese lugar. Nos hizo caminar por un sendero hasta las 16:00 y  nos quitó nuestros objetos personales. Alejó al resto de personas y se quedó solo con nosotras dos.

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Caminamos una hora más, hasta un bosque. Ahí nos exigía que nos desnudáramos para fotografiarnos y después  nos violó. Luego bajamos a la av. Occidental y nos dio $ 10 para que tomemos taxi”.