La Asamblea Constituyente se encuentra debatiendo el texto de la nueva Ley de Tránsito y Transporte Terrestre, y parece que estará en su contenido la aprobación de los sistemas de transporte llamados taxi amigo y mototaxis, por lo que los transportistas públicos –particularmente los más afectados por la absurda implementación de estos sistemas– no podemos quedarnos inertes ante tal situación.
El Oro ha tomado la posta con varias movilizaciones efectuadas, incluyendo un paro preventivo que se realizó el lunes de la pasada semana, a más de varias comunicaciones y entrevistas con autoridades locales. Nuestra reclamación es para exigir ser escuchados en audiencia por el presidente de la Constituyente.
Además agregamos un documental realizado por el Consejo de Tránsito Terrestre del Perú, que está con el colapsamiento de su transporte debido a los mototaxis que se implementaron de “manera seleccionada”, lo que es una tomadura de pelo parecida a lo que pretenderían cometer en la Asamblea (que al parecer se ha vuelto legislativa, sustituta del Congreso).
Confiamos en la serenidad del Presidente a quien respaldamos en su carrera al poder. El sistema de transportación pública no puede estar sujeto a compromisos que se impongan por encima de la razón que asiste a los sectores organizados del transporte público.
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Dionicio Alarcón,
Machala
Todo taxi, amarillo y “amigo” tiene derecho a trabajar. En eso estoy totalmente de acuerdo con el presidente Correa. Lo que debe hacerse es que los choferes y esas unidades cumplan con todas las normas de la ley.
Esos carros deben estar en las mejores condiciones de seguridad, limpieza, mantenimiento, tener taxímetro, no usar tanques de gas de cocina que pueden hacerlos explotar su mala instalación; los conductores deben ser gente culta en conducción y en conocimientos de las leyes de tránsito (no improvisados que apenas saben leer y no identifican ni siquiera qué significa la señal de un disco pare), deben saber atender al público, y conducirse decente y profesionalmente en su trabajo. Si tienen en su récord infracciones por accidentes, atropellos y peor, por muertes que ellos han causado, no deben permitirles nunca conducir ni ser transportistas públicos.
En cuanto a las mototaxis, debe estudiarse si son peligrosos esos transportes, sin son seguros, si los que los conducen son irresponsables, incultos, si ignoran las normas de conducción; si en esas motos los usuarios van protegidos o si en caso de accidentes estos pueden salir lanzados por el aire y perder sus vidas. Si son medios inseguros, no debe permitirse ese tipo de folclorismo donde por ser más barato su costo, se pone en juego la vida de los pasajeros.
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Fernando Cornejo,
Milagro