Apenas llegaron al Archivo, los homenajeados, que oscilaban entre los 2 y 12 años, recibieron un refrigerio. Luego empezaron a interpretar villancicos en el auditorio de la entidad cultural. Varios niños, como Vicky Díaz y María Luisa Suárez, alumnas del Centro Escuela Mina de Oro, participaron en un concurso de canto. Las acompañó con su guitarra el músico Iván Siontán.

Asimismo, amenizó la actividad la titiritera Roxana Suárez. El grupo Titiripán ofreció una función de títeres, que incluyó la intervención de los pequeños. Algunos de ellos, que estaban sentados en sillas, decidieron hacerlo en el suelo para observar la presentación.

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El agasajo continuó en el Parque Histórico de Guayaquil, ubicado en la vía a Samborondón. Los niños fueron trasladados en un bus junto con algunos de sus padres, que los acompañaron en toda la celebración.

Antes del homenaje a los niños montubios, varios grupos de estudiantes y personas participaron en el proyecto ‘Conviviendo entre el campo y la ciudad’, organizado por el Archivo Histórico del Guayas y auspiciado por el Banco Central del Ecuador, intercambiaron opiniones sobre este programa que consistió en conocer la labor social y laboral de quienes viven en varios sectores rurales de la Costa.

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Fausto Benítez, estudiante de la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad   de Guayaquil, señaló que  apreció mucho lo aprendido de los montubios. “Hicimos una monografía sobre el impacto económico en su trabajo diario y me enteré de algunas notas, como que ahora hay una inclinación por crear panaderías, por lo que la producción de yuca y verde, alimentos que ellos cultivan, ha disminuido”.

Pilar Flores, propietaria de la hacienda San Vicente en Baba, consideró valiosa la difusión de “nuestra identidad a quienes vienen de la ciudad”.