El 25 de noviembre pasado se cumplieron diez años de la despenalización de la homosexualidad en Ecuador. Una década después la comunidad gay sigue siendo estigmatizada en varios ámbitos de la sociedad.

Hace diez años ser homosexual en el Ecuador equivalía, legalmente, a ser un delincuente, ya que el artículo 516 del Código Penal, en su primer inciso, castigaba con reclusión de  cuatro  a ocho años   las relaciones homosexuales consentidas entre adultos. Una serie de crímenes y hechos violentos contra travestis motivó a inicios de los noventa a que la comunidad gay se organizara y el 25 de noviembre de 1997 el Tribunal de Garantías Constitucionales declaró la inconstitucionalidad de ese inciso.

Así, la Constitución redactada en 1998 en su artículo 23, numeral 3, sobre los Derechos Civiles, señala que todas las personas serán consideradas iguales y gozarán de los mismos derechos sin discriminación en razón de nacimiento, edad, sexo, etnia, color, origen social, idioma; religión, filiación política, posición económica, orientación sexual; estado de salud.

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Neptalí Arias, director de la fundación Amigos por la Vida, pionera en Guayaquil en la lucha por los derechos de la comunidad homosexual hace un balance de la situación diez años después.
 
¿Realmente los homosexuales en el país ya no son considerados como delincuentes en razón de su orientación sexual? ¿Cómo vive un homosexual hoy?
En general hace diez años la gente homosexual consideraba que no tenía derechos y por lo tanto no los podía exigir para ejercerlos. Desde entonces estamos en un proceso, primero en el interior de la comunidad gay, trabajando en visibilizarnos con derechos, eso es lo principal, pero consideramos que la sociedad en general tiene que irse adaptando, educando a la par de lo que se  ha estado haciendo en el interior de la comunidad gay.

¿La homosexualidad sigue siendo vista como una enfermedad o desviación?
No es tanto, aunque hay todavía muchísimos estigmas y discriminación alrededor de la sociedad.

¿De qué sectores de la sociedad viene más esa discriminación?
Primero hay que reconocer que todas las poblaciones homosexuales no son iguales, hay identidades dentro de ellas, como los gay que son personas como yo que nos reconocemos como hombres  (y en el caso de las mujeres lesbianas como tales) con una atracción física y afectiva hacia las personas del mismo sexo y que no tenemos que vestirnos con trajes del otro sexo; están los travestis, que es aquel que esporádicamente se viste de mujer; las travestis, (hombres) que permanentemente se visten de mujer, y los transgéneros, que adecúan su cuerpo y su vestimenta de acuerdo al otro sexo. Este último grupo representa el 2% de la población homosexual, pero es el más visible y por lo tanto el más discriminado, son violentados en   las calles, no pueden estudiar, no pueden alquilar un departamento, las familias no los quieren, los botan de los lugares públicos.

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¿Por qué, en cambio, la lucha reivindicativa ha sido más visible en los gay frente a otras poblaciones homosexuales?
Porque hemos tenido mayor posibilidad de acceso a la educación, entonces hemos podido organizarnos más rápidamente. El estigma y discriminación  hacia nosotros no es que ha bajado sino que es menos visible. Además hay que considerar que el movimiento contra  el VIH-sida en América Latina permitió más fácilmente incorporarse a los hombres gay a las organizaciones, eso permitió una mejor posibilidad de poner sobre la mesa la discusión de los  derechos de la comunidad gay como tal. A los trans y lesbianas, por ejemplo, aún les cuesta organizarse.

¿Entonces la lucha gay en el país todavía es muy pequeña para el tamaño de la comunidad?
Sí, recién estamos construyendo comunidad.

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Aun cuando la orientación sexual no está relacionada con la habilidad individual y la capacidad, ¿sigue siendo base para decisiones de empleo?
La sociedad te arrincona hacia ciertos tipos de trabajos como cocina, decoración, peluquería. Eso está muy arraigado.

¿En qué ámbito de la sociedad es más fuerte la homofobia?
Se siente muchísimo en la familia. De los chicos que llegan aquí, el 90% ha sido castigado físicamente en la casa cuando dicen que son homosexuales, se les bota. El otro grupo discriminador es el entorno de los amigos, el social, es muy fuerte, entonces hay que tener dobles, triples caretas; otro es el laboral, donde hay despidos de hombres y mujeres por su orientación sexual. Aunque la Constitución plantea la no discriminación, no existen leyes colindantes con el artículo 23 para poder tipificar la discriminación como tal. Aun así hemos puesto demandas por casos de despido laboral.

¿Y qué pasa con la administración de justicia?
Hay discriminación, muchísima. Por ejemplo, los casos de asesinatos por homofobia no son investigados, se cierran, porque desde el momento en que es homosexual para qué investigar.

¿Y con la fuerza pública?
De la Policía Municipal seguimos teniendo muchísima discriminación y violencia; en la Policía Nacional, en cambio, está comenzando a haber apertura, ellos mismos están pidiendo que les demos talleres sobre diversidad sexual.

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¿Cómo se trata a los estudiantes homosexuales en los centros educativos?
Tuvimos una experiencia el año pasado en el colegio 28 de Mayo, que intentó expulsar a algunas alumnas supuestamente por ser lesbianas y que nos denunciaron el caso, y lo llevamos a la Defensoría del Pueblo y la Dirección Provincial de Educación. Según los comentarios de la estudiantes, se les pidió a las alumnas que en una ánfora pongan los nombres de las lesbianas, y los nombres que se repetían tres veces eran lesbianas. ¡Esos conceptos  se manejan!. Casos de discriminación se dan en muchos colegios.

Y los medios de comunicación, ¿cómo ve la comunidad gay el tratamiento que se les da?
Todo lo que nosotros construimos en un año, un medio lo puede echar abajo con una palabra según como plantea las noticias. Por ejemplo, si muere un homosexual de 30 puñaladas, hay medios que titulan ‘Matan a un homosexual de 30 puñaladas’, en ese título ya hay homofobia, pues no se titula ‘Muere un heterosexual de 30 puñaladas’. Además hay programas como ‘Vivos’  donde la caricaturización de la vida homosexual es totalmente homofóbica, donde lo que hacen es burlarse; todo el prototipo que muestran del homosexual es totalmente diferente a lo que vivimos los homosexuales, pero se presta para la burla, el discrimen y la estigmatización; no saben el daño que nos están causando.

¿Hay más apertura para que la comunidad gay socialice en bares y discotecas?
El problema es que esos espacios solo se han quedado en bares y discotecas como guetos, no hay territorialmente otros espacios de sociabilización donde puedas vivir tu homosexualidad más naturalmente, aún hay que  esconderse.

¿Pero eso ya no sería una provocación?
Hay provocación cuando hay exhibicionismo, que es otra cosa, y que también es practicado por los heterosexuales.

En el plano político, ¿fue un gran avance para la comunidad gay el hecho de que para las elecciones de la Asamblea hubo movimientos que dieron su apertura para que candidatos homosexuales participen como tales?
Fue un salto interesante el visibilizarnos y presentarnos como homosexuales dentro de la política partidaria, porque en la política de reivindicación de derechos lo hemos hecho hace muchísimo tiempo.

Justamente diez años después se va a redactar una nueva Constitución. Considerando que el grupo Ruptura de los 25, ahora parte de Acuerdo PAIS, se ha mostrado a favor de la inclusión de  grupos tradicionalmente excluidos, ¿han tomado contacto con ellos o con otros grupos presentes en la Asamblea Constituyente?
Hemos estado muy cercanos al movimiento del Foro Urbano, que es parte de Acuerdo PAIS y sacó ocho asambleístas, hemos conversado con ellos y hemos planteado que se reconozca la unión de hecho de los homosexuales, porque te da la garantía civil   de poder rehacer tus derechos en función de la vida en pareja, no solo por un legado material, hay cosas más de fondo, por ejemplo, si mi pareja tuviera que hacerse una cirugía de alto riesgo hoy, yo no podría dar esa autorización, pero con ese reconocimiento, sí lo podría hacer.

“La sociedad te arrincona hacia ciertos tipos de trabajos como cocina, decoración, peluquería. Eso está muy arraigado”.

“Los casos de asesinatos por homofobia no son investigados, se cierran, porque se trata de homosexuales”.

“Fue un salto interesante el presentarnos como homosexuales dentro de la política partidaria”.

Perfil

NEPTALÍ ARIAS ZAMBRANO

EDAD
40 años

PROFESIÓN
Licenciado en Ciencias de la Educación

DIRIGENCIA
Desde 1995 dirige la FundaciónAmigos por la Vida , que asesora y defiende los derechos de la comunidad Glbtt (gays, lesbianas, bisexuales, transexuales y transgéneros) en Guayaquil.

OCUPACIÓN
Labora en un centro de investigaciones médicas