“¡Que viva el rey!”. La exclamación que se escucha estos días en boca de muchos españoles encuentra sus raíces en el ya célebre “¿por qué no te callas?” que el rey Juan Carlos I espetó al presidente venezolano, Hugo Chávez, durante la clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana en Santiago de Chile.

La monarquía, institución “intocable” en España y a la que se pretende mantener ausente de la agenda política, ha salido reforzada, según analistas.

No es extraño que esto ocurra en un país plagado de republicanos de cabeza pero juancarlistas de corazón, sin embargo,  supone una bolsa de oxígeno tras el fuego cruzado en el que ha estado la figura del rey.

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“Mientras menos se hable de la monarquía, mejor. Es una de las condiciones para su supervivencia”, dice Javier Pérez Royo, catedrático de Derecho Constitucional por la Universidad de Sevilla.

En los últimos meses ha ocurrido todo lo contrario.

Una caricatura de los príncipes de Asturias en el semanario satírico El Jueves en julio pasado y la retención de los ejemplares ya impresos a instancias de la Fiscalía puso en la mira a la que es considerada como la institución que está mejor valorada en España.

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El rey asistió, semanas después, a la quema de sus retratos en Gerona y Barcelona y a los iracundos llamados del periodista Federico Jiménez Losantos desde los micrófonos de radio Cope (emisora de los obispos) para que abdique.

Sorprendió que por vez primera en 32 años de reinado el monarca debiera reivindicar públicamente la idoneidad de su figura y la institución a la que representa en el sistema democrático español.

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La suya ha sido una política de gestos y no de palabras. Así se explica que Juan Carlos presidiera un mes atrás la constitución del Consejo de Defensa Nacional, máximo órgano asesor y consultivo del presidente del Gobierno en seguridad, y que designara un interventor para la gestión económica, financiera, presupuestaria y contable de la Casa Real.

Su fortuna es un absoluto secreto. Y el diputado independentista del partido Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Joan Tardá, afirma que “la monarquía española es un gran agujero negro sin parangón en la Unión Europea”.

Las únicas cifras oficiales sobre la riqueza del rey son las que recogen los Presupuestos Generales del Estado que para el 2008, por ejemplo, asignan 8,66 millones de euros (12.5 millones de dólares) a  los monarcas.

Adicionalmente, existen algunas partidas económicas que otorgan los diferentes ministerios pero que resultan casi imposibles de poder cuantificar.

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Aun quienes, como Javier González, empresario madrileño, abrazan  el grito de “España mañana será republicana”, no niegan que la monarquía ha proporcionado estabilidad en estas tres últimas décadas. 

“Costaría más cambiarla que mantenerla”, agrega Royo.

En la calle apenas se escuchan cuestionamientos a la institución de la monarquía y más de un español prefiere configurar su teléfono celular con el ya célebre “¿por qué no te callas?”.

El rey está de moda.
 

Sanciones

Dibujos
Guillermo Torres y Manuel Fontdevila, del semanario El Jueves afrontan hoy el juicio por delito de injurias al sucesor del rey Juan Carlos y desprestigio a la Corona.

Fotos
El 20 de noviembre empieza el proceso contra Jaume Roura y Enric Stern, acusados de quemar fotos del monarca en septiembre, quienes recibirían 15 meses de prisión.