En febrero se acercó un empleado a mi domicilio para hacer un cambio de medidor, a quien le pregunté si eso costaba y cuál era el motivo de dicho trabajo; me contestó que no tenía ningún valor y que eran cambios en el sector para renovar los aparatos, ¡nada más!

Hasta allí todo bien, pero llegó el mes de julio junto con una planilla en la que me facturaron “un medidor dañado por un valor de 51,80 dólares” a pagar de inmediato, si no iba el corte de la luz.

¿Por qué me facturaron algo que yo no he dañado? ¿Acaso el pago inicial de garantía que es casi 90 dólares, no cubre estos gastos?

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Pónganse a pensar que si una persona se cambia de casa y se acerca a la Empresa Eléctrica a pedir un medidor para su nueva dirección, y el cliente paga la garantía, lo único que harán es dejar el medidor antiguo, pero solo cambiar el nombre del usuario de ese equipo. Y si por casualidad ese medidor tiene ya años de uso, en menos de cinco días se acercarán de la Empresa Eléctrica para cambiárselo, decirle que está fallando, y emitirle una factura de 51,80 dólares por daño del aparto.

¿Creen que es justo que el cliente pague dicho valor si es la Empresa Eléctrica la encargada de revisar y renovar los equipos obsoletos o viejos?

Mucho cuidado ciudadanos. Levantemos un reclamo cuando no sea justo que los usuarios cancelemos valores ya realizados por nosotros en la garantía.

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Giovanny Llaguno,
Guayaquil