Con esta nueva Constitución, que se esperaba sea definitiva, se quería fundar un nuevo Ecuador, restar atribuciones al presidente y dejar atrás la inestabilidad generada tras la caída del ex presidente Abdalá Bucaram, en febrero de  1997.

Roque Sevilla, ex asambleísta y ex alcalde de Quito, recordó que cuando se reunían en la hacienda San Luis en Sangolquí, nunca pensaron que su trabajo iba a tener una vigencia de apenas ocho años.
“Se supone que la Constitución iba a estar vigente por muchos años y que iba a necesitar cambios, pero pensar en una nueva en tan poco tiempo es un extremo”.

La Carta Magna vigente no es perfecta, reconoció el ex vicepresidente y también ex asambleísta Osvaldo Hurtado, pero agregó que incluye “aspectos vanguardistas” en cuanto a los derechos humanos y colectivos, si se hace una comparación con las de la región.

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Señaló grandes avances en los derechos de los pueblos indígenas, de los niños y los derechos ambientales.

En cuanto a los errores, “nos equivocamos en darle tantos poderes al Congreso”, reconoció Sevilla, tras añadir que en ese entonces pensaron que tras la salida de Bucaram “los partidos iban a ser responsables, pero vemos que ha sido todo lo contrario”.

Y es justamente sobre ese exceso de atribuciones dadas a los legisladores donde se deben aplicar reformas, enfatizó Hurtado y entre los aspectos urgentes citó el sistema electoral y de partidos, la elección de autoridades de control en los tribunales Constitucional y Electoral, Contraloría, Fiscalía, Procuraduría y una nueva conformación del Congreso Nacional.

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Una diferencia que identificaron tanto Hurtado como Sevilla con relación al estatuto que se buscaría aprobar en las urnas este domingo es que en 1998 los asambleístas no se reunieron con “plenos poderes”, como se pretende actualmente. Si bien Sevilla recordó que en esa época se reunieron por dos ocasiones con los diputados para llegar a un acuerdo de “respeto mutuo”, mencionó que se mantuvo la independencia con todos los poderes del Estado.

Ambos, retirados de la política, creen que si la última Constitución corre el riesgo de durar solo ocho años, una nueva solo funcionará cuatro. Hurtado dice que esta vez no participará para asambleísta, por el contrario Sevilla se postulará si lo considera necesario.

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DETALLES: Única reforma

Artículo
Desde que entró en vigencia la última Constitución -el 10 de agosto de 1998-, solo un artículo, el 233, ha sido reformado. En el Congreso descansan varios proyectos de reforma, enviados por todos los gobiernos de turno.