La quinta semana cumplió ayer la huelga de un grupo de trabajadores del hospital Regional Vicente Corral Moscoso, que piden al Gobierno se les pague el subsidio de transporte a  700 salubristas del Azuay  y que  está pendiente desde  el  2005.

El paro prosigue pese a que el viernes pasado llegaron a varios acuerdos con el  ministro de Salud Pública, Iván Zambrano.

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El plazo para el pago a los 700 salubristas concluye mañana. “Si el acuerdo se suscribe mañana por la tarde, nosotros levantaremos la huelga el jueves”, aseguró Milton Farfán, dirigente de esta paralización.

Mientras tanto, los pacientes que estaban hospitalizados y cuya  condición de salud no es grave son dados de alta. Gerardo Cardoso, director provincial de Salud, señaló ayer que debido a que  es poco el personal que  está laborando en el hospital, se decidió dar de alta a esos pacientes.

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Agregó que luego de los acuerdos del viernes los trabajadores debieron suspender  el paro el fin de semana, y así evitar que continúen los problemas que causa a los usuarios.

Por  la emergencia que atraviesa la atención en el hospital, se derivó a varios pacientes a casas de salud particulares.

Entre  ellos dos  niños: María Belén Serrano, de 7 años, que fue intervenida quirúrgicamente en la clínica Santa Ana de un hematoma en su cabeza. El otro es un pequeño de  10 años que fue trasladado a la clínica Santa Inés, y presentaba traumatismos en el cráneo.

El paro en el hospital es dirigido por los empleados de los dos sindicatos que ahí funcionan, quienes permitieron recién el 25 de febrero pasado la reapertura de las oficinas de proveeduría y gestión de servicios, para que se hagan los trámites para compras de alimentos e insumos.

500 PACIENTES
se atendían por día antes del paro en la consulta externa en las especialidades de pediatría, ginecología, y otras.

300 CIRUGÍAS
que estaban programadas  en el hospital Vicente Corral Moscoso se han suspendido por  la paralización de actividades.