Posiblemente más del 70% de las noticias en todos los medios serios de comunicación del país, les dedican a los políticos, al Gobierno y al Estado en general.
Si comparamos al país hace cuatro o cinco años, con el país de la actualidad, nos damos claramente cuenta de que cada vez los políticos, el Gobierno y el Estado tienen en la práctica menor importancia en nuestra vida cotidiana; cada vez tienen mayor importancia los municipios, las ciudades, las empresas, la familia y el ciudadano. Hace cinco años una caída de un ministro podía dar como consecuencia una devaluación, especulación, podía ser el acabóse de las finanzas de un hogar, e incluso el descalabro de una empresa o del presupuesto de una ciudad. Ahora la caída de un ministro no tiene trascendencia en la vida del ciudadano ni tiene mayor impacto.
Hemos descubierto una gran fórmula sin siquiera darnos cuenta. Mientras menor importancia le demos a los políticos, al Gobierno y al Estado, y demos nuestro tiempo y energía a generar empleo, producir bienes y servicios, y a educarnos, mayor futuro tendremos y entregaremos a nuestros hijos. No con esto debemos dejar que el Estado, los políticos y el Congreso hagan lo que se les antoje; pero quizás al restarles demasiada importancia, sí busquen protagonismo mediante aciertos y no en constantes desaciertos que desafortunadamente en la actualidad les permite tener cobertura y generar noticia.
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Pablo David Ordóñez Baca
Quito
Nuestros políticos gobernantes, los de siempre, no desaprovechan la ocasión para realizar todo tipo de declaraciones a los medios de comunicación nacional, como para hacer creer a nuestro pueblo lo preocupados que estos están por él, cuando lo que el pueblo ciertamente les exige es que presenten propuestas viables para tratar asuntos de interés nacional como la consulta popular, firma del TLC, gripe aviar, racionamientos eléctricos, paros, huelgas, corrupción, etcétera.
No nos distraigan diputados, señores del Gobierno, necesitamos soluciones firmes a nuestros problemas que nos agobian todos los días. Invoco a los medios de comunicación, que sin dejar de lado otros temas, que no ayuden a nuestros políticos a distraernos de nuestra realidad, y no pasen tiempo tomándoles declaraciones pomposas que tienen el único afán de dar vuelta a la página, porque pretenden hacernos olvidar lo que exigimos a ellos en la asonada de abril pasado. El pueblo los observa hoy más que nunca.
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Ing. Jorge Palma Ramírez
Guayaquil