Los chachis no quieren perder su cultura, aunque anhelan todas las comodidades de las que se goza en la ciudad. En eso justifica el gobernador Enrique Punchiche que se haya accedido hace seis años a la energía eléctrica y ahora estén logrando que se instale agua potable en otra de sus comunidades.

Aunque dice que los niños cuando aprenden a hablar lo hacen en chapalachi (su lengua), le preocupa que otras expresiones propias de su grupo se estén perdiendo.

A las mujeres ya les avergüenza mostrar su torso y  usan su ropa típica solo en ocasiones especiales. La última vez que lo hicieron fue el 24 de diciembre pasado, en que también escucharon y bailaron su música.

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De sus antepasados ya solo saben lo que les cuentan los más ancianos de la comunidad, por eso -afirma- las misioneras lauritas les van a ayudar a hacer un libro sobre su cultura e historia.

Pero el Municipio de Quinindé también se muestra interesado en el rescate y preservación de los chachis.

El alcalde de Quinindé, Carlos Barcia, anuncia que para el 2 enero empezará a funcionar una Subdirección chachi, del departamento de Educación y Cultura de la municipalidad, que se encargará de impulsar proyectos locales y de gestionar que organizaciones internacionales se interesen en colaborar con esta etnia, a fin de que no se pierdan sus raíces, costumbres y tradiciones.

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Barcia  afirma que entre ellos hay personas preparadas, que han estudiado fuera, y por eso cree que pueden colaborar en su desarrollo, incluso habla de una extensión universitaria para el lugar.

La Subdirección chachi del Municipio  empezará a laborar con una persona y una secretaria. También, ellos mismos  escogerán un representante que ocupará el principal cargo del departamento  y a su vez  será el portavoz de sus necesidades, pero también velará por el rescate de su cultura.

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Considera -además- que este es un mecanismo para que el departamento de Turismo les abra las puertas  y, que a la vez, estos sean visitados y aprendan a recibir a los turistas, de manera que a más del enriquecimiento cultural se convierta en fuente de ingresos para las comunidades.