La asunción del papa alemán Benedicto XVI ayudó a impulsar el número de católicos romanos alemanes en el 2005, mientras creyentes volvieron a acercarse a la Iglesia, tras varios años de debilitamiento de la comunidad religiosa, dijeron ayer funcionarios.

“Indudablemente, fue un año muy bueno para el catolicismo”, dijo -a la radio Bavaria- el cardenal alemán Leh-mann. "Hay menos y menos gente dejando la Iglesia y más reingresos que antes”.

La prensa alemana realizó una gran cobertura -en abril- a la muerte y el funeral del papa Juan Pablo II y a la elección del cardenal Joseph Ratzinger como su sucesor.

Publicidad

En agosto, la primera visita al extranjero del papa Benedicto, por el Día Mundial de la Juventud,  a Colonia (Alemania) le ayudó a deshacerse de la imagen de miembro de una severa rama doctrinaria del Vaticano.

Rainer Stephan, un teólogo que dirige una campaña  destinada al retorno de los católicos a su fe, dijo que el renacimiento del interés público en la religión, había ayudado a mejorar las cifras de este año. “La verdadera carrera comenzó después de la muerte del papa Juan Pablo II”, señaló.

En su diócesis de Mainz, el número de personas que ingresó a la comunidad católica se elevó en más del 20% en el 2005 respecto del 2004, mientras que se registró un 25% menos de personas que la dejaron.

Publicidad

Alemania cobra un impuesto anual a los miembros de la Iglesia Católica registrados, lo que ha provocado que muchas personas la abandonen para ahorrar dinero.

Los católicos que retornan a su comunidad religiosa reinician el pago de sus impuestos, que son recolectados por el gobierno y distribuidos a las iglesias para cubrir sus gastos.