El reciente proceso de regularización incidió en el incremento de pedidos de departamentos.

Los inmigrantes han comenzado a dar mayor fuerza a la denominada burbuja inmobiliaria que se registra en España convirtiéndose en uno de los principales demandantes de vivienda, reveló un estudio realizado por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

Según el análisis de la UPC, los extranjeros compran uno de cada seis pisos que se venden en España, demostrando así que se han transformado en consumidores y pilares de la economía española.

Publicidad

La ecuatoriana Dioselina de Zambrano, de la inmobiliaria Manabí Express en la ciudad de L’Hospitalet de Llobregat, explicó que el fenómeno es elocuente desde el 2000, época en que un primer grupo de extranjeros legalizó su situación en España gracias a un proceso de regularización promovido por el entonces presidente José María Aznar.

En ese año, el locutorio Manabí Express entró en el negocio de la comercialización de viviendas exclusivamente para inmigrantes ecuatorianos. “Vendíamos como promedio unos cuatro pisos al mes y esto se mantiene pese al incremento en los precios”, señaló.

El principal negocio de las inmobiliarias consiste en comprar pisos antiguos, reformarlos y venderlos. “Este es el tipo de vivienda que busca el inmigrante”, acotó Zambrano.

Publicidad

En el 2000, un piso de 70 metros cuadrados valía unos 100.000 euros ($ 120.000), mientras que ahora una vivienda de similares características puede alcanzar los 250.000 euros ($ 300 mil).

El presidente de la empresa Comprarcasa, Xavier Garrigós, aseguró que el precio de la vivienda se incrementó el 19% en solo un año y actualmente es imposible adquirir el metro cuadrado a menos de 3.100 euros ($ 3.720 ), especialmente en Barcelona.

Publicidad

El estudio de la UPC apunta que los inmigrantes serán los principales demandantes de viviendas en Cataluña en los próximos años “porque al regularizar su situación, ya pueden pedir una hipoteca”.