Tres hermanos sufren de un mal  degenerativo que al momento no ha sido identificado por los médicos.

Dos de los tres hermanos Mosquera Cevallos están postrados en sillas de ruedas a causa de una enfermedad que no tiene un diagnóstico cierto y que, al parecer, también comenzó a afectar al tercero.

Este drama se vive en la parroquia Súa, del cantón Atacames. Allí, Mariana Cevallos Moreira debe asistir a sus hijos Mariana del Carmen de 29 años y Fabián de 27, pues la enfermedad les impide movilizarse y comunicarse con normalidad. Solo José Luis, de 20 años, aún puede caminar por sus medios, aunque con dificultad.

Publicidad

La mujer recuerda que conoció a su esposo Antonio Mosquera Fallair en la provincia de Manabí, hace 30 años y que todo era normal hasta que  en 1998, uno de sus hijos presentó síntomas de una enfermedad degenerativa que lentamente los consume.

Fabián fue  el primer afectado cuando empezó a presentar temblores en sus extremidades. “Primero le temblaban las manos y luego la pierna derecha, así se inició para mí esta pesadilla”, dijo Mariana, quien es el único sostén de sus hijos, porque su esposo falleció de la misma enfermedad.

La mujer dijo que llevó a su hijo a la ciudad de Quito, al hospital Carlos Andrade Marín. “Los médicos no nos decían qué tenía el niño, fue necesario hacer un grabación en video y enviarla a especialistas en los Estados Unidos, donde le diagnosticaron Parkinson juvenil”, explicó.

Publicidad

Al mismo tiempo, su esposo e hija comenzaron a presentar los síntomas de la enfermedad. El 5 de octubre de 1999, Antonio Mosquera Fallair falleció por esta causa y eso aumentó la preocupación de Mariana, quien teme que sus hijos corran con la misma suerte, pues su hijo José Luis, el menor, ya manifiesta también los mismos síntomas.

Ayuda
Cevallos señaló que una  alternativa sería llevar a sus hijos a Cuba para que reciban atención especializada.

Publicidad

El director de Salud de Esmeraldas, Antonio Ortega, dijo que enviará a un neurólogo para que haga una evaluación y luego pedirá ayuda al embajador de Cuba, para  que sean llevados a ese país.

DOLENCIA

Afectada
La mayor de los hermanos, Mariana del Carmen, no tiene movilidad, pasa sentada en una silla de ruedas  que le regalaron hace cuatro años. Mediante señas y gestos se comunica con su madre, quien tiene hasta que bañarla, porque ella no lo puede hacer.

Ventas
José Luis, de 20 años, aún puede caminar y ayuda  a su madre vendiendo caramelos en temporada turística.

Publicidad

Trabajo
Mariana Cevallos Moreira se dedica a lavar ropa ajena para mantener a sus hijos, pero asegura que no le alcanza para nada.

Esperanza
La esperanza de Mariana es que sus hijos viajen a Cuba para que allá descubran la enfermedad.