Según el Ministro de Defensa, los colombianos no se percataron de que pasaron al lado ecuatoriano.

Cuatro días después de haber ocurrido el combate entre el Ejército de Colombia y una columna del Frente 48 de las FARC, suscitado a las 05h45 del pasado domingo en el poblado de Frailejón (a 25 kilómetros de Tulcán), las evidencias del enfrentamiento delatan la presencia de los insurgentes en el lado ecuatoriano.

Un total de 182 cartuchos para fusil calibre 7.62 y 5 calibre 5.56, un cinto para ametralladora, una tapa de cohete lobt que habría sido disparado, fundas para acampar, latas de atún, frascos de café, gelatina y galletas fueron encontrados a dos metros de la línea fronteriza por miembros del Ejército ecuatoriano, que ayer patrullaron por la zona.

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La única señal del límite en el lugar es una zanja, que la conocen los lugareños, mas no las autoridades de los dos países, comenta un comunero del sector que prefiere la reserva, y asegura que no existen señales claras de delimitación. “Es difícil darse cuenta del límite internacional, porque en algunas partes existe la zanja, en otras no existe nada”, añadió.

A decir del comandante del Grupo Mecanizado Yaguachi, coronel Juan Gavilanes, encargado de dar seguridad en este sector de la frontera, no hubo ninguna incursión armada de la guerrilla o el ejército colombiano, “se trata de los efectos de un combate, que sí se dio en la línea de frontera, pero que no afectó a la población civil del Ecuador”.

Versión que fue ratificada por el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, en Quito, y calificó el hecho como un “sobrepasamiento del límite político internacional”.

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Explicó que de acuerdo con los reportes recibidos, lo que ocurrió fue que ese día el Ejército colombiano realizaba una “persecución en caliente” contra la guerrilla en la zona conocida como Llano Grande, y que por lo difuso de la línea fronteriza, los elementos uniformados “no se percataron en forma concreta en dónde se encontraban realizando el combate” y pasaron el límite “que en ese sector no es otra cosa que una acequia”.

Pese a que las Fuerzas Armadas ecuatorianas están conscientes de que lo que ocurrió el domingo no fue una acción premeditada, Jarrín aseguró que este incidente así como el registrado el 11 de noviembre pasado, en la zona cercana a San Lorenzo cuando aeronaves y patrullas colombianas incursionaron en territorio ecuatoriano, serán analizados en una reunión que él y su homólogo colombiano mantendrán el próximo año. La fecha aún no ha sido definida.

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Las declaraciones de Jarrín se dieron en una rueda de prensa en la que se anunció que está listo el plan de modernización del Hospital General de las FF.AA.

Mientras tanto, la Cancillería no hizo ayer un pronunciamiento oficial, fuentes de esa entidad manifestaron que esperan el informe del Ministerio de Defensa.