Uno de los pioneros en la campaña por la restauración del ferrocarril ha sido el Ab. Rafael Mendoza Avilés. Él tiene un plan ideal técnico en lo estructural y económico para que dicha obra comience y concluya con éxito. Mas, por informaciones de prensa sabemos que tal personalidad porteña de limpios antecedentes no aparece en el ámbito administrativo estructural, sin explicarnos a qué se debe tal circunstancia.

No obstante, la idea gubernativa de encargar parte de los trabajos rumbo a contar con un ferrocarril moderno y ente oficial que vigile la marcha de los trabajos que, de otra parte, contarían con el concurso de algún organismo financista internacional que estamos seguros no entregaría de modo alguno dinero sin la seguridad jurídica, capacidad técnica y limpieza de procedimientos que son menester para que todo salga bien, más todavía cuando nuestro país está sindicado de corrupto, no por culpa de nuestro pueblo, sino por la politiquería y quienes son sus más conocidos actores. Uno de los aspectos que deben tomarse en cuenta es el de impedir la deforestación en plena época de cuidar al máximo los recursos ricamente ecológicos.

Martín Torres Rodríguez
Guayaquil