Los pobladores de esta localidad desistieron ayer de tomarse las instalaciones del aeropuerto General Rivadeneira (Tachina) y cerrar la carretera Esmeraldas-San Lorenzo.
Desde el martes pasado esa terminal aérea estaba resguardada por militares para evitar que ingresaran los pobladores, pero ayer la desocuparon después de que los habitantes llegaron a un acuerdo con la prefecta de Esmeraldas, Lucía Sosa, y un delegado del alcalde de Esmeraldas, Ernesto Estupiñán Quintero.
Las fuerzas vivas de Tachina solicitan agua potable, construcción de un muro de contención para evitar inundaciones y mejoras en los cuatro recintos de la parroquia.
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Promesas
El viceprefecto, Línder Altafuya (MPD), dijo que el Consejo Provincial y el Municipio de Esmeraldas se comprometieron a presionar a Corpecuador para que se construya un muro de 100 metros de largo para proteger a los habitantes de Tachina de posibles inundaciones, ya que otros años se ha inundado.
Además, se gestionará ante la Empresa de Agua Potable San Mateo para que se incluya a la parroquia Tachina en el sistema regional de agua potable, que abastecerá a los cantones Esmeraldas, Atacames y Rioverde.
Altafuya dijo que el martes se inauguró una cancha de uso múltiple en el colegio de Tachina, que fue construido por la prefectura y que se edificarán dos aulas más en ese plantel.
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Según él, los acuerdos a los que se llegaron con los pobladores fueron suficientes para que declinaran de la decisión de tomarse el aeropuerto General Rivadeneira.