Amija Seide, de 23 años, trabajó siete meses en una fundación en favor de los niños pobres del país. Su cadáver iba a ser enviado anoche a Alemania.

La alemana Amija Seide, de 23 años, quien murió el domingo pasado tras recibir una puñalada en el tórax durante un asalto en la Posada del hostal Maple, trabajó durante siete meses en una fundación de ayuda a niños pobres del Ecuador.

La joven había llegado al país con el fin de hacer labor social, de acuerdo con declaraciones emitidas a la Policía por tres extranjeros, compañeros de la víctima, que vivían con ella en el hostal.

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Ellos son la estadounidense Jenenne Howell, el australiano Nicolás Cody y la alemana Cristina Miller, quienes luego del incidente abandonaron el país, informó ayer una fuente policial.

La Policía, que aún no investiga el ataque a Seide, no descarta que se pueda buscar el testimonio de los tres jóvenes para aclarar el crimen, a pesar de que ya no se encuentran en el país.

Dos de los tres extranjeros vieron al sujeto que apuñaló a Amija Seide y podrían describirlo para poder identificarlo, según la fuente.

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De acuerdo con las versiones de estos jóvenes, Amija Seide tenía planificado regresar a su país el 23 de enero próximo.

La joven salió el sábado pasado a una reunión de amigos en un bar y luego, a las 03h00 del domingo, regresó al hostal ubicado en Juan Rodríguez y Seis de Diciembre, en el sector de La Mariscal.

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Howell comentó que cuando llegaron hasta el hostal y entraron a la cocina para tomar café, en el sitio estaba un hombre, quien al parecer quería robar y al ser sorprendido les exigió sus pertenencias, pero como se pusieron nerviosas apuñaló a Seide.

Entre tanto, los trámites para la repatriación del cadáver se hicieron con diligencia, gracias a la intervención de la Embajada de Alemania en Ecuador.

Ayer, en Jardines del Valle se realizaban los trámites para la devolución del cuerpo que debía salir en el vuelo nocturno. Allí maquillaron el rostro de la joven, introdujeron el cadáver en el cofre y luego lo embalaron en una caja de madera, para el viaje de retorno.

Previamente, en la morgue de la Policía se procedió al embalsamamiento del cuerpo, según el pedido de sus familiares.

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Ayer, al mediodía, en la Policía Judicial de Pichincha se informó que no se había podido realizar ningún avance en las investigaciones porque la delegación fiscal, que por ley debe darse para iniciar las indagaciones, no había llegado aún a esa institución.

Según fuentes policiales, hay un problema entre el cometimiento de un hecho delictivo, la presentación de la denuncia en la Fiscalía, el sorteo de la denuncia y la delegación de la investigación a la Policía (facultad discrecional del fiscal).

En este caso, la muerte ocurrió el domingo, pero hasta ayer no se había presentado la orden de investigación, por lo que los policías “estamos amarrados de pies y manos”, dijeron las fuentes.