La quema de los muñecos,  una antigua  tradición que se mantiene  en el país, se realizará en sitios alejados para evitar así  posibles daños, dijeron los jóvenes que fabricaron los monigotes.

Miles de ejemplares de periódicos, cartones, cientos de galones de almidón y mucho entusiasmo han utilizado cerca de 50 jóvenes de seis sectores de la ciudad para confeccionar igual número de monigotes, que tienen entre cinco y ocho metros de altura.

Un grupo de muchachos de entre 15 y 20 años trabaja de lunes a domingo, desde las 16h00, para dar forma al Hombre de Piedra, personaje de la película Los cuatro fantásticos. Este muñeco, que sobrepasa los siete metros, lo realizan en las calles 24 y Brasil.

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En otro sector (30 y Medardo Ángel Silva), unos ocho jóvenes trabajaron desde el pasado 15 de noviembre en la confección del mismo personaje. “El 31 (de diciembre) vamos a cerrar la calle para organizar un baile y luego quemar al viejo”, expresó Víctor Pinto, de 18 años, mentalizador de la actividad.

Pinto señaló que una parte de los diarios y cartones la  facilitaron los moradores del sector y de su bolsillo y de sus amigos salió el dinero para comprar clavos y madera.

A una cuadra de  ese lugar, en la 31 y Capitán Nájera, José Lainez (22) se encargó de los trabajos de pintura para terminar su muñeco del personaje de las películas de terror Freddy Krugger.

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El jueves pasado, en la cooperativa Nuevo Ecuador III, de la isla Trinitaria, Javier Domínguez y Alfonso Anchundia descansaban en una esquina luego de concluir el monigote de la caricatura Taz.

Otros muñecos están casi listos en la 28 y Cuenca, así como en la 28 y Brasil. En esos sectores ya es tradición la elaboración de un monigote de grandes dimensiones.

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En los seis sitios, los constructores coincidieron en que llevarán los muñecos a lugares despejados para quemarlos.