Niños estudiaban en local en malas condiciones. La empresa privada suplió la falta de apoyo estatal.

Aunque solo estarán por un mes más en el lugar, parecen los más satisfechos por el cambio. Óscar Massón y Álvaro Vera tienen 12 años y son dos de los seis  alumnos del último grado de la escuela fiscal Nº 464 de la cooperativa La Esperanza, en Mapasingue Este.

Hasta hace poco más de tres meses recibían clases en un aula cuya estructura que -como dicen- “se caía a pedazos”. La expresión de los niños intenta explicar el estado que presentó el establecimiento por más de cinco años.

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Una cubierta de zinc, sostenida en cañas y tablas de madera semirrotas y apolilladas, era lo que más preocupaba. Pero no solo eso. La falta de estabilidad de las paredes cuarteadas “constituía un peligro permanente” para los 80 estudiantes y los 5 maestros.

Así lo recuerda el director de la unidad, Rogelio Alejandro, quien ahora destaca “la transformación de las instalaciones”, algo que  “se pudo conseguir con el apoyo de la empresa privada”.

Inversión
La compañía Invermun destinó más de $ 10.000 para realizar los trabajos en la escuela. César Bajaña, representante de la entidad, asegura que la  iniciativa surgió tras leer el reporte publicado en este Diario, en septiembre pasado.

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“Ojalá que otras empresas puedan ayudar a planteles o instituciones que necesiten, no solo en Navidad, no por publicidad sino por solidaridad”, dice Bajaña, mientras observa la “nueva edificación” que se inauguró el pasado jueves.

“Esto no fue una reconstrucción. Se tuvo que construir todo, casi nada podía utilizarse”, agrega.

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Los padres de familia, como Paola Kang, coinciden con esas declaraciones y critican “la falta de atención del Gobierno”, pues –dicen– tienen bases para hacerlo.

El director precisa  que desde enero del 2003, cuando asumió el cargo, gestionó ante la Dirección Nacional de Servicios Escolares (Dinse) y la Prefectura del Guayas la remodelación del establecimiento. Pero no recibió respuestas positivas.

Gestiones
Sin embargo, eso no desanimó a los maestros, al contrario, decidieron buscar más apoyo. “Acudimos a los medios de comunicación y logramos el objetivo”, relata Alejandro con notoria satisfacción, quien está seguro que el número de alumnos aumentará el próximo año lectivo.

“Queremos que esta obra beneficie a la comunidad, aquí se puede alfabetizar a decenas de personas o estudiar a distancia”, dice el profesor, quien también piensa en la coordinación de proyectos microempresariales en la zona.

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Otro de los proyectos de los educadores es gestionar ante las autoridades el funcionamiento de un colegio a distancia y motivar a los residentes en la zona a inscribirse e incrementar sus conocimientos.

INSTALACIONES

CERRAMIENTO
En los próximos dos meses se trabajará en  el cerramiento de la escuela, que se espera esté listo antes del próximo periodo escolar. También se dotará de nuevas bancas y equipos al establecimiento.

AULAS
Ahora el plantel cuenta con aulas individuales que son utilizadas solo por los alumnos del grado respectivo. Antes el ambiente era general, sin separaciones determinadas, lo que complicaba la enseñanza.

ASISTENCIA
Los padres de familia recuerdan que la  respuesta de los organismos estatales ante la situación de la escuela fue siempre la misma: no hay presupuesto. Sin embargo, esa contestación no fue aceptada por los alumnos ni los profesores.