El delantero del Lazio, Paolo Di Canio, apeló su suspensión de un partido y la multa de 11.977 dólares que le impuso la liga italiana por realizar un saludo fascista a los aficionados -la semana pasada-, anunció ayer su abogado.

El jugador levantó su brazo derecho, el clásico saludo fascista, cuando fue sustituido -el sábado pasado- en el partido contra el Juventus, en el estadio Olímpico.

Di Canio no jugó la noche del miércoles ante el Lecce.

Publicidad

El abogado Gabriele Bordoni , miembro de la derecha extremista, dijo que el saludo fue fascista, no racista, y que   es un gesto de pertenecer a su gente. “Él debe poder seguir haciéndolo”, comentó.

“Soy fascista, pero no racista”, argumentó el delantero de 37 años de edad.

Di Canio hizo el mismo gesto el año pasado en el Derby contra Roma. También lo hizo el 11 de diciembre pasado en Livorno, cuyos aficionados son tradicionalmente de la izquierda política italiana.

Publicidad

La comisión de disciplina de la liga italiana todavía debe tomar una decisión sobre las acciones del jugador en el partido contra el Livorno.

Los fanáticos más aguerridos del Lazio son conocidos por pertenecer a la extrema derecha.

Publicidad

La FIFA solicitó el expediente del futbolista a la liga italiana, para revisar sus acciones y proponer posibles sanciones.