A Jujan le negaron por muchos años el derecho de contar con un plantel de enseñanza secundaria, los padres de familia, principalmente campesinos, veían que sus hijos no podían continuar los estudios por la difícil situación económica o por la lejanía de sus hogares, por este motivo emprendieron la lucha por conseguir un colegio fiscal para este rincón de la patria, la que tuvo como gestor principal a mi padre, señor Leonardo Piedra López, como presidente del Comité pro creación del colegio, quien junto a Constantino Yánez Castro lucharon con mucha fuerza y coraje por conseguir este objetivo. De sol a sol visitaban cada una de las escuelas del área urbana y rural, a receptar documentos de cientos de alumnos que terminaban la primaria para de esta forma cumplir con los requisitos que exigían los organismos competentes.

En nuestro archivo familiar existen fotos, oficios, telegramas y muchos documentos importantes que guardan la historia del duro bregar que comenzó en el año 1972, entre falsas promesas de los gobernantes de turno que daban quemeimportismo al clamor de un pueblo que con razón y justicia exigía ser atendido.

Al llegar a la Presidencia de la República el Dr. Jaime Roldós Aguilera y siendo el ministro de Educación el Dr. Galo García Faraud, en una visita de estas autoridades a la vecina ciudad de Babahoyo, mi padre se entrevistó personalmente con ellos y con documentos en mano les expuso esta necesidad. Estos hombres de gran valía moral e incomparable espíritu patriótico no tardaron en hacer realidad este sueño, y un 22 de mayo de 1980, mediante Acuerdo Ministerial Nº 9716, crearon nuestro primer y único colegio fiscal con el nombre del Dr. Teodoro Alvarado Garaicoa, dando la oportunidad a la juventud de educarse en su propia tierra sin tener mayores gastos.

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Este plantel comenzó a funcionar el mismo año, a mi padre le otorgaron el humilde tributo de elegirlo presidente del Comité central de padres de familia, por su constancia y dedicación a esta noble causa.

Han transcurrido veinticinco años de aquella hazaña y a pesar de que el cenit de su existencia dio paso al ocaso, sus hijos podemos decir con sano orgullo que fue el más tesonero en la conquista de este centro de estudios, que este año celebró sus bodas de plata cumpliendo eficientemente con el sagrado deber de entregar a la sociedad y a la patria bachilleres capacitados, cultos y responsables.

Óscar Joaquín Piedra Palma
Jujan, Guayas