Muchos de los niños que sufrieron los estragos del tsunami que mató a cientos de miles de personas y consternó al mundo hace casi un año siguen asustados.

Los que sobrevivieron se recuperan, pero viven con el temor de que un fenómeno similar se repita, confirmó una investigación realizada por Unicef, la agencia para la infancia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A un año de la tragedia, el mar sigue atemorizando a los pequeños en la zona afectada. El director de comunicaciones de Unicef, John Budd, afirmó que el estudio reveló la presencia de una mezcla de emociones muy poderosas.

“Lo que ocurrió afectó la manera de jugar de los niños, la gente a la que le hablan, la esencia de sus vidas fue rasgada en lo más profundo.

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Ahora están asustados del agua, todos expresaron sentir un gran miedo del agua, de ir a la playa y, considerando que estas son comunidades costeras, el impacto es inmenso”, a lo que se suma la pérdida de un ser querido.

Ciertamente se recuperan poco a poco, pero las olas gigantes marcaron sus vidas, razón por la cual necesitarán apoyo en los años sucesivos.

Una pesadilla
En Kuala Lumpur, Malasia, Rizal Shahputra tiene una pesadilla recurrente: desde lo alto de una colina ve cómo el mar se alza para tragarse su pueblo natal.

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La destrucción de Calang, en la provincia de Aceh, Indonesia, fue lamentablemente real. Ocho mil de sus 10.000 habitantes murieron ese día, entre ellos el padre, la madre y el hermano de Shahputra.

Pero el no estuvo en una colina. Las aguas del tsunami lo arrojaron contra árboles caídos y escombros y lo arrastraron al Océano Índico.

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Durante tres días sobrevivió comiendo cocos y bebiendo agua de botellas que flotaban en el mar. El noveno día lo rescató un buque de carga que pasaba, uno de cuyos tripulantes lo fotografió desde la cubierta.

Su odisea lo convirtió en un ícono de la resistencia y el valor, una de las escasas buenas noticias en medio de la tragedia de 216.000 muertos o desaparecidos que dejó el tsunami al asolar las costas del Océano Índico hace un año.

Sin dinero para consultar a un médico afirma que “he aprendido a reír de mis pesadillas”.

Rizal es una de los tres sobrevivientes conocidos hallados en el mar. El indonesio Ari Afrizal pasó 14 días en el mar antes de ser rescatado y ahora se encuentra en Indonesia.
Melawati, una mujer indonesia, fue rescatada tras cinco días a la deriva.

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En ocasiones, la pesadilla lo asalta incluso cuando está despierto. “A veces siento claustrofobia cuando estoy en clase. Salgo corriendo con la excusa de ir al baño”, dijo en su indonesio natal.

Hoy, Shahputra estudia inglés en la universidad Sedaya International y aunque vive de limosnas, ha decidido que quiere ser maestro de inglés. En la pared de su cuarto ha colocado la foto tomada desde la cubierta del buque de carga, en la que un despojo de hombre agita el brazo desde una balsa improvisada.

Sobre la foto ha escrito una palabra: Yo.

216.000 MUERTOS
causó el maremoto del océano Indico, principalmente en Indonesia, Sri Lanka, Tailandia y la India. En esta tragedia no se difundió alguna alerta de emergencia a la población
ni a los turistas.