Diego Maradona regresó el jueves a Argentina tras permanecer detenido momentáneamente en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro por discutir con agentes de la policía local que le impidieron abordar un vuelo.
  
El ex futbolista arribó en horas de la tarde al aeropuerto de Ezeiza, al sur de la capital argentina, y se retiró sin formular declaraciones, pese a la nutrida guardia periodística que lo aguardaba en el lugar.
  
Maradona, que en la noche del miércoles participó de un partido benéfico organizado por Zico, ex astro de la selección brasileña, se vio envuelto en un tumulto con empleados de la compañía aérea TAM y la policía local porque no pudo abordar a tiempo el vuelo de regreso a Buenos Aires.
  
Al parecer, el ex capitán del seleccionado argentino trató de entrar por la fuerza al avión, obligando la intervención de agentes policiales, que dispusieron su detención por desacato a la autoridad.
  
Aunque ese delito se sanciona en Brasil con una pena máxima de dos años de cárcel, Maradona fue liberado tras permanecer dos horas detenido.
    
Fue algo insignificativo que se hizo más grande, dijo a la prensa su amigo y representante Alejandro Mancuso, que lo acompañaba cuando se produjo el incidente.
    
El problema fue de la empresa, pero ya está. Diego está muy bien, agregó.
  
Se espera que Maradona, de 45 años, participe más tarde del estreno mundial en Buenos Aires del documental   Amando a Maradona, una coproducción argentina-neocelandesa dirigida por el director local Javier Vázquez.