Nepal no es noticia de todos los días, pero eso de situarlo en el África habla de la poca atención en el trabajo o de los grandes huecos formativos. Tampoco es un nombre completamente desconocido, basta recordar que gran parte de las expediciones a los Himalayas del montañista Iván Vallejo ha pasado por este territorio.

Distracciones tan crasas, también pueden deberse a la época, que a todos pone meditabundos o distraídos; en todo caso, poco concentrados. Debe ser por eso que el lunes, Gabriela Baer preguntaba sobre la salida de Pachacutik de “Virgilio Guerrero” cuando se trataba de Virgilio Hernández, lo curioso es que nadie corrigió tal error.

No hay que dramatizar, en toda actividad humana se pueden dar distracciones y errores. Lo importante es minimizar las posibilidades de cometerlos y para eso están los sistemas y los métodos.

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Perfeccionarlos o hacer que funcionen es el reto que tienen los medios televisivos.

Una cosa son los errores y otra son las manipulaciones. Una cosa son los gazapos técnicos y otra la alteración consciente de la realidad.

En el Hospital del Sur en Quito está "María" postrada. La presentadora de "El Noticiero" de TC anuncia que la joven se arrojó a una quebrada para evitar ser violada. Jónatan Carrera aparece en el hospital y dice que inicialmente se pensó que era "un intento de suicidio".  Al decirlo, deja la sombra de la duda. ¿Quién lo pensó? ¿Con qué bases? No se lo dice. Más bien, el reportero mete cámara y micrófono en la cara de la chica que está visiblemente adolorida y alterada. Aún así, cuenta que huyó de dos sujetos que intentaron asaltarla, uno de ellos logró alcanzarla y le cortó el cabello con un cuchillo. Luego ella cayó en la quebrada.

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Un "simple" asalto no es tan impactante. Así que Carrera decide inventarse una violación. Pese a las declaraciones de "María", el reportero no tiene reparos en mostrar como prueba de la supuesta "violación"  la ropa desgarrada en la caída.

Lamentablemente, el alterar los hechos no es aislado. Hace pocos días llegó una carta de una lectora, una licenciada de enfermería, quien cuenta que cayó en shock anafiláctico por la reacción alérgica a un medicamento. Por esta desgracia fue conducida de emergencia a un hospital público. Allí, según la carta, apareció el reportero de TC, hizo tomas sin autorización de la señora (inconsciente en una cama) ni de sus familiares. En la pantalla, habló de un intento de suicidio con pentotal sódico. Se podrán imaginar el estigma social que rodeó a la señora luego del episodio.

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Ahora los usuarios de los centros de salud estatales no solo deben soportar la mala atención, los paros constantes, la falta de medicamentos y equipos; también se han convertido en el objetivo para que algunos reporteros de crónica roja hagan de las suyas. ¿No atenta eso contra la dignidad y los derechos de los pacientes? ¿Qué dice el Ministerio de Salud? ¿Hay complicidades de personas que laboran en los hospitales?

¿Decir que Nepal está en África? Una leve falta de cultura general. Las más serias manipulaciones mediáticas afectan gravemente la vida de las personas.