El papa Benedicto XVI se protegió ayer del frío invernal que azotó la plaza de San Pedro en el Vaticano con un antiguo gorro de terciopelo rojo con bordes de armiño, lo que suscitó la curiosidad de los cientos de peregrinos que asistieron a la audiencia general de los miércoles.

El Papa apareció a bordo de un jeep en la plaza con el llamado “camauro”, célebre durante el Renacimiento y que exhibió por última vez en 1963  Juan XXIII, mientras su predecesor Pío XII nunca lo quiso llevar.

Para los niños que asistieron a la audiencia, el Pontífice, con ese gorro de aspecto medieval, bordeando de blanco la frente y salientes laterales que le  tapaban los oídos, recordaba a un Papá Noel.

Publicidad

Benedicto XVI, de 78 años, que tiende a resfriarse, se cubrió también durante toda la audiencia con una amplia capa roja, de un tono más claro que el del gorro, debido a la ola de frío que azota a  la península.

Por primera vez en su breve pontificado, el Papa acortó su presencia en la plaza al saltarse una parte de la lectura del mensaje, recordando así los  últimos años de pontificado de Juan Pablo II, fallecido el pasado 2 de abril.

Las tradicionales audiencias generales se siguen celebrando al aire libre pese al mal tiempo y al frío inesperado de diciembre que afecta a Roma.

Publicidad

El Papa deseó buenas navidades a todos los presentes y recordó que para  los cristianos en “el misterio de Navidad sobresale el de la luz por su  significado espiritual”, dijo.

Volvió a criticar la “cultura consumista que tiende a ignorar los símbolos cristianos de las fiestas navideñas” como lo hizo durante una misa hace algunas semanas.

Publicidad

“Preparémonos para celebrar con alegría el nacimiento del Salvador,  transmitiendo a las nuevas generaciones los valores de las tradiciones que  forman parte del patrimonio de nuestra fe y cultura”, manifestó el Pontífice.