Las vías han sido bien ornamentadas y luego reasfaltadas, adoquinadas y embaldosadas y se ha omitido, por falta de planificación, ejecutar primero la infraestructura que demanda la ciudad, o sea lo que está debajo del suelo: las redes para agua potable, aguas lluvias y las aguas negras que procesadas en piscinas de oxidación deben llegar tratadas –en el 99%–  al estero y ríos.

Ahora, con los $ 394 millones y más del presupuesto municipal de operación para el año 2006 y del 82% destinado a la obra pública, es de esperar que, procurando el bienestar material y social de la gente, el Municipio asuma su competencia en suministrar los servicios básicos en agua potable, aguas lluvias, aguas servidas, que le faculta y obliga la Ley de Régimen Municipal.

Arq. Rafael Sampedro Coba
Guayaquil