El Jefe de Estado defendió a su Ministro de Gobierno y aseguró que si no hay Constituyente, el fracaso será del pueblo ecuatoriano y no del régimen.

El estado de ánimo del presidente de la República, Alfredo Palacio, fue distinto al de sus apariciones públicas de días anteriores. Ayer, en Guayaquil, dejó de lado las declaraciones pausadas, lentas y alentadoras sobre la consulta popular y la instauración de una Asamblea Constituyente.

Esta vez fue más enfático en sus declaraciones y hasta se lo vio enojado. En el hotel Hampton Inn –donde improvisó una rueda de prensa a las 11h45–, como en una tarima que instaló el Codepmoc (Consejo de Desarrollo del Pueblo Montubio de la Costa ecuatoriana y zonas tropicales de la región Litoral) en las calles Seis de Marzo entre Quisquís y Primero de Mayo, Palacio elevó su tono de voz para dirigirse a los periodistas y a los campesinos.

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En el primer sitio, el Mandatario defendió a su ministro de Gobierno, Alfredo Castillo, quien fue criticado por tener un discurso conflictivo en contra del Congreso. “El conflicto (de poderes) no lo inicia el ministro, el conflicto existe porque por un lado hay un pueblo que demanda ser consultado, un gobierno que quiere cumplir aquello y algunos sectores que se oponen”, dijo.

Luego señaló que “peleará” para que la soberanía popular se cumpla” y por ello, tomará  medidas dentro de la Ley y los cánones democráticos.

Insistió en que no ha pactado ni buscado respaldo para su tesis y destacó que si la convocatoria a una Constituyente fracasa, será un fracaso del pueblo y no del Gobierno.

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“La consulta es irreversible. El país está caduco, obsoleto y ya no da más”, refirió.

Luego de esas declaraciones, el Jefe de Estado mantuvo una reunión en privado con algunos miembros del movimiento Blanco, que auspició su candidatura vicepresidencial.

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Allí se reunió con Francisco Andino, ex ministro de Salud de Lucio Gutiérrez y líder de esta agrupación, quien mencionó que el propósito del encuentro con Palacio era “dar respaldo a la Constituyente y al proceso político de la reestructuración del estado”.

Aunque anticipó también que uno de los temas era la “recandidatización” de Palacio en los comicios electorales del 2006.
La Secretaría de Comunicación negó que se haya analizado ese tema.

Cerca de las 12h30, Palacio acompañado del gobernador del Guayas, Guido Chiriboga, y de Juan Carlos Faidutti, representante ante la ONU en Ginebra, se trasladó a un encuentro en la calle con miembros del Codepmoc.

Se ubicó en una tarima y fue recibido por Isabel Mosquera, secretaria ejecutiva del Codepmoc, y Luis Alvarado, representante del Movimiento Montubio Solidaridad.

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Los campesinos –que eran unos dos mil– gritaron coplas en contra de los diputados del PSC y de ID, y a favor de la Constituyente y de Palacio.

El Jefe de Estado recibió una alforja, un machete y un sombrero de paja toquilla como símbolos montubios. Con esos elementos tomó el micrófono, caminó de una esquina a otra y empezó su discurso felicitando a los campesinos por su labor al trabajar la tierra y por “conquistar el poder político y restituir la democracia y la libertad de nuestro país”.

Refirió que la negociación del Tratado de Libre Comercio deberá “girar alrededor de defender nuestra tierra” ya que de lo contrario, “este gobierno nunca firmará nada”.

Insistió en sus intentos por convocar un referéndum y volvió a responsabilizar a los políticos de impedirlo.