Por decisión de una asamblea de 200 comuneros, dos fiscales de La Maná que habían sido sacados ayer por la fuerza de sus despachos fueron confinados anoche en un pozo de tres metros de profundidad, adecuado como calabozo para castigar a delincuentes en la comunidad Saraguasi, a una hora y media de esta ciudad.

En la asamblea, los comuneros expresaron su descontento por la falta de justicia común y exigieron la entrega de tres supuestos abigeos, capturados por ellos el pasado viernes y transferidos a la Policía, para que sean juzgados por las leyes indígenas.

“Tienen plazo hasta mañana (hoy). Si no nos traen a los presos aplicaremos nuestros castigos. Les ortigaremos, bañaremos con agua helada y  azotaremos con látigos”, dijo el dirigente Manuel Ayala.

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Los funcionarios retenidos son Marco Loza Jaramillo e Iván León Rodríguez. El primero tiene 69 años y –según allegados a la Fiscalía– sufre de problemas del corazón.

Inconformes con la justicia común, los asistentes a la reunión, entre indígenas y mestizos, acordaron también ya no entregar a la Policía a las personas que sean capturadas en actos delictivos.

Los abigeos fueron detenidos con un camión y una motocicleta cuando intentaban embarcar ganado de los comuneros en el sector California, al oriente de La Maná.

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El grupo llamó a la Policía y los entregaron a la espera de que se los procese; sin embargo, cuando los comuneros fueron el sábado y domingo pasados para formalizar la denuncia en la Fiscalía, los funcionarios no estaban.

En la noche del sábado  los jefes de la Policía de La Maná garantizaron a los campesinos que los detenidos permanecerían en esa ciudad.

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Pero ayer en la mañana  los comuneros no encontraron a los presos, por lo que sacaron a los fiscales de sus oficinas, los obligaron a recorrer algunas calles de La Maná y luego se los llevaron a la comunidad. La Policía no pudo  evitar la acción.

Los supuestos abigeos son Lucas Ruiz Bricio, Eulogio Zamora Olivo y José Lara Macías, quienes, según el secretario de la Fiscalía, Franklin Morocho,  fueron llevados al centro de detención provisional de Latacunga.