Al menos siete policías muertos y otros 35 secuestrados dejó ayer un ataque de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en el noroeste colombiano.

La ofensiva rebelde incluyó atentados explosivos contra torres de energía,  oleoductos y puentes, lo que se considera parte de una oleada antes del proceso  electoral del 2006.