El piloto alemán Michael Schumacher, siete veces campeón mundial de Fórmula Uno, comenzó ayer con un trompo pero más tarde marcó el mejor tiempo de la jornada tras interrumpir sus vacaciones para realizar una prueba con Ferrari en el circuito español de Jerez de la Frontera.

Schumi, quien se sentó al volante de un monoplaza del Caballino Rampante por primera vez desde el final de la temporada en octubre pasado, dijo que se sintió gratamente sorprendido por el nuevo motor V-8 de su bólido.

“Sentí menos fuerza, pero fue una sensación agradable. Es interesante y el sonido diferente”, explicó.

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Schumacher dio 68 vueltas al circuito de Jerez. Su mejor tiempo fue de un minuto, 18.958 segundos, superando al brasileño Felipe Massa al volante de un F2005, V-10.

Schumacher dijo que quería volver a las prácticas porque no se merecía las vacaciones tras su peor año desde que se incorporó a Ferrari en 1996.

El alemán solo ganó una carrera en el 2005, el disminuido Gran Premio de Indianápolis, en el que solamente compitieron seis bólidos.

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Schumacher, además, perdió el título mundial de pilotos que ganó el español Fernando Alonso, de Renault.

Frustrado
“Volví a casa bastante frustrado luego del Gran Premio de China, luego de un año muy triste”, comentó. “Mentalmente no me sentía como en vacaciones, como me pasó en los años previos en que pensaba que me las merecía”.

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“Este año siento que no merezco vacaciones. Quise seguir trabajando, estar mucho tiempo con el equipo, comunicarnos y chequear en qué situación estamos y finalmente ir a probar el automóvil”.

Esta fue la primera vez desde 1998 que Schumi vuelve a las pistas antes de fin de año.
“Me siento muy motivado y no quería esperar hasta enero para volver al volante de un monoplaza”, indicó.

El siete veces campeón de Fórmula Uno usualmente pasa la Navidad en Noruega.