La Casa de Cultura Ecuatoriana (CCE) cuenta desde anoche  con una ley orgánica para su funcionamiento, en la que se determinan exoneraciones tributarias para eventos artísticos y culturales.

Tras ocho años de vigencia de la Constitución reformada en 1998, el Congreso dio cumplimiento a lo que determina el artículo 65 donde dispone que el Estado reconocerá la autonomía económica y administrativa de la CCE, que se regirá por su ley especial, estatuto orgánico y reglamentario.

En la sesión los diputados insistieron en tres de las cuatro objeciones parciales que aplicó el Ejecutivo a la ley que fue aprobada el 16 de noviembre pasado.

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Entre los textos que insistió el Congreso se destaca que la matriz y núcleos de la CCE estarán exonerados del pago de todos los impuestos, tasas o contribuciones que graven la presentación de espectáculos públicos, con artistas nacionales o extranjeros, cuando sean organizados por la entidad como empresario directo.

El Ejecutivo sugirió que se excluya a del beneficio tributario a los artistas extranjeros, pero esto no fue aceptado.

La ley que pasará a publicación en el Registro Oficial señala que la CCE se financiará con las asignaciones que consten anualmente en el Presupuesto General del Estado.

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La objeción que aceptó el Congreso aclara que la Orquesta Sinfónica Nacional percibirá el 10% del presupuesto de la CCE. Este allanamiento contó con la presencia de la Orquesta, que anoche brindó un concierto a los diputados.