Con la emoción propia que trae consigo la época navideña, Pedro llegó  vestido con una túnica verde y con un gorrito rojo (como el que utiliza Papá Noel) para interpretar los villancicos que ensayó semanas atrás con sus compañeros de escuela.

Casi a las 17h30, en un bus llegaron Pedro, de 6 años, y sus 19 amigos, de la misma edad, desde la isla Trinitaria para participar en el festival de coros en que se inscribió su escuela Santa María Eufrasia.

Los pequeños se sentaron en la primera fila de las gradas del teatro José de la Cuadra, ubicado en la Plaza Colón, y escucharon atentamente a la maestra de ceremonia, Letty Cerezo, de la Dirección Provincial de Educación.

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Mientras Pedrito –como lo llamaban sus amiguitos– se inquietaba porque no le tocaba salir a cantar, los estudiantes del colegio Letras y Vida entonaron los villancicos The Little Summer Boy (El Tamborilero), Joy to the World, y la famosa Jingle Bells.

Durante la última melodía, los pequeños de la escuela Santa María Eufrasia, entre ellos Pedrito, se levantaron de las gradas y comenzaron a saltar y aplaudir.

Unos escalones más arriba, padres de los cerca de 30 alumnos de los centros educativos La Santa Biblia, Américo Vespucio y Santa de Hungría esperaban ansiosos la presentación de sus hijos.

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“Vine a ver a mi hijo Ángel Quezada. Es la primera vez que él participa en un evento de estos y me parece muy bueno que las autoridades educativas hayan programado este festival”, manifestó Rosario Saraguro.

Sin embargo, la poca asistencia de público fue algo que lamentó Elba Cahuasqui, madre de Saura Pacheco, de 6 años y compañera de Pedrito. “Pensé que iba a venir más gente a ver a los niños, ellos merecen que los aplaudan”, dijo.

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A pesar del poco público, Pedrito  no se desanimó y esperó alegre el turno de su escuela para cantar Los Reyes que llegaron a Belén.

La presentación se extendió pasadas las 19h00.