Nueva York sufrirá pérdidas diarias de 400 millones de dólares si los 33 mil empleados del transporte público van a la huelga mañana y paralizan un medio vital para la ciudad, usado a diario por 7 millones de personas.

Las empresas se preparan ante la eventualidad de que sus empleados no lleguen a su puesto de trabajo, especialmente si tienen su sede en Manhattan, corazón de la ciudad.