Ninguno de los aspirantes a presidente en Bolivia completa los ejes regional, étnico y social.

Los dos principales candidatos presidenciales bolivianos no logran representar cabalmente las complejidades sociales y políticas del país, afirman analistas que recuerdan que Evo Morales y Jorge Quiroga son, por ello, dos candidatos “cojos”.

Bolivia está cruzada por lo menos por tres ejes diferentes. Uno de ellos es el regional, en un país mitad andino y mitad amazónico.

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Morales es muy resistido en Santa Cruz y su apoyo en ese departamento y otros de la Amazonia boliviana no supera el 20%. Allí es donde se encuentra la mayor parte de los grandes empresarios agropecuarios y es la sede de las poderosas empresas petroleras extranjeras que Morales desea nacionalizar.

Exactamente lo contrario le sucede a Quiroga, que tiene un elevado respaldo en esa región pero que en La Paz y el resto de la zona andina su apoyo es especialmente bajo.

En la capital, por ejemplo, Quiroga tiene un 20% del respaldo según las encuestas, frente al 55% de Morales.

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“Donde uno es fuerte el otro es débil”, dijo Jaime Iturri, periodista y analista político. “La única probable diferencia a favor de Evo es que es La Paz la sede de Gobierno y no Santa Cruz. Me parece que para Quiroga sería un desafío muy grande poder gobernar con un voto tan fuerte en La Paz por Morales”.

El segundo eje es el de las diferencias étnicas. Los indígenas quechuas y aimaras (la mayoría de la población) y en general todas las áreas rurales son muy favorables a Morales, mientras los sectores urbanos se inclinan masivamente por su rival y, en menor medida, por Samuel Doria Medina.

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“Se podría ubicar un tercer eje, que es el más tradicional de las clases sociales, es decir el de la división entre pobres y ricos. Las encuestas demuestran que a menores ingresos es mayor el apoyo a Morales y en las clases media y acomodada la preferencia es nítidamente por Quiroga o, más rezagado, por Doria Medina”, comentó el investigador social Marcelo Varnoux.

Todos coinciden en que ya sea Morales o Quiroga, tendrán serias complicaciones en su mandato porque tendrán una frágil gobernabilidad en el Congreso y con el fraccionamiento social actual experimentarán dificultades para estabilizarse en el poder.

Por eso, es común la inquietud en La Paz estos días: ¿cuánto durará el próximo gobierno? Pocos creen que cualquiera de los dos pueda mantenerse y completar su mandato de cinco años.