Según un nuevo estudio de científicos estadounidenses, “observar” el dolor y “entrenar” el cerebro permite mitigar sus efectos.

Investigadores de la Universidad de Stanford en EE.UU. dicen haber descubierto que realizar ejercicios mentales mientras se observa el efecto del dolor en el cerebro –a través de un escáner– ayuda a reducir el impacto del mismo.

La investigación fue realizada con 36 voluntarios a los que se les aplicó calor en las manos. El nivel de temperatura en cada caso fue decidido según lo que cada uno consideraba doloroso.