Científicos descubrieron en el veneno de serpiente las proteínas obtustatina y jerdostatina, eficaces contra el crecimiento de células cancerígenas.

Este descubrimiento, cuya eficacia ha sido probada en ratones, abre, según sus autores “posibilidades para la producción de fármacos de mayor potencial, a partir de moléculas químicas sintetizadas en el laboratorio que reproduzcan los mecanismos de acción de las proteínas halladas”.

Las conclusiones del trabajo, realizado por un equipo del Consejo de Investigaciones Científicas (CSIC) de Valencia, aparecen en la última edición de The Journal of Biological Chemistry.