Además de hacer un balance sobre la capacidad de producción que tienen las maquinarias existentes en la planta de Universal Sweets Industries (antes La Universal), los nuevos ejecutivos de la empresa (que hoy pertenece al Consorcio Nobis) evalúan qué personal necesitarán para operar.

Si bien el número de plazas de trabajo directas que generará la nueva compañía aún no está definido, William Vasco, su gerente general, estima que será significativo.

Parte de la estrategia de Nobis tras adquirir las instalaciones, maquinarias y 182 marcas de La Universal con sus respectivas formulaciones, ha sido llevar consigo “el secreto de la abuela”.

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Así define Vasco a los conocimientos respecto de los productos que poseen varios ex trabajadores de la centenaria empresa, a quienes se está considerando para que integren la plantilla laboral.

Esto será clave, incluso, dentro de las investigaciones de mercado que se ejecutan para “conocer qué es lo que el consumidor tiene en mente en relación con los productos y cómo los recuerda”, afirma el ejecutivo.

Antes de cerrar sus puertas, a inicios del 2002 por falta de liquidez, La Universal tenía enrolados a más de 860 trabajadores. Este grupo conformó un Comité Especial de ex empleados al que le adjudicaron los activos de la empresa por disposición de la Inspectoría de Trabajo del Litoral, en el 2003.
El objetivo era que producto de su venta recibieran sus respectivas liquidaciones.

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Culminada la transacción con el Consorcio Nobis, el mes pasado, la mayoría de los ex trabajadores cobró sus montos, asegura Tito Palma, abogado del Comité.

También lo hicieron alrededor de 400 jubilados, quienes fueron los primeros beneficiarios. “Quedan casos aislados de personas a las que les falta un poder, porque algún ex empleado está en el exterior o porque falleció”, indica.

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Palma sostiene que, en promedio, los jubilados recibieron unos $ 5.000; y los empleados, entre $ 20.000 y $ 30.000. Las cifras varían de acuerdo con los cargos, el tiempo de servicio y las remuneraciones que percibían. Los pagos se efectuaron con la supervisión de la Notaría 13ª, a cargo de Virgilio Jarrín, y a través de la fiduciaria AFPV, que maneja el Fideicomiso Mercantil de Administración de Activos Universal, creado para el traspaso de los bienes.

Otro aspecto que desde ya contempla Universal Sweets es la recuperación de su cadena de ventas. “Con sorpresa he recibido llamadas de antiguos distribuidores de La Universal de distintas partes del país interesados en los productos”, señala Vasco.

Y añade que los emails del exterior también son frecuentes. “Obedece a los migrantes que recuerdan las marcas con nostalgia”, dice.

PRODUCTOS

MERCADO
Según la publicación Ecuador Total 1996, los fideos de La Universal ocupaban el 20% del mercado; los caramelos, el 50%; los toffees (caramelos suaves), el 40%; los chocolates el 55% y las cocoas, el 75%.

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Hoy, de acuerdo con reportes de Ipsa Group Latin America, Nestlé ocupa cerca del 50% del mercado de chocolates en volúmenes de ventas; Confiteca y Adams, el 30% cada una, en caramelos duros; y Noel, el 45% en  toffees.

CADENA
Hasta fines del noventa, los productos de La Universal estaban en nueve de cada diez puntos de venta del país. Tenía 45 distribuidores exclusivos y una flota de 170 camiones para entregarlos  en más de 50.000 tiendas y autoservicios. Entre sus marcas más conocidas están Manicho, Huevito, Osito, Zumo y Zero.