Rosenda Villalba Carbo, vinceña de 60 años, retornó el pasado lunes a Guayaquil desde Miami, en un vuelo de la aerolínea American Airlines, con la satisfacción de haber alcanzado este año la regularización de su situación en España en base a la reagrupación familiar.

Afirma que es la primera vez que retorna desde, hace cuatro años, cuando partió para cuidar a sus nietos y así ayudar a sus hijas para que pudieran trabajar.

“Me pidieron el pasaporte y la partida de nacimiento, y los legalizaron. Los trámites los realizó un abogado español, en forma gratuita, pues lo pagó el gobierno de ese país”, explica.

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Cuestiona por eso que, al contrario, “todo documento y gestión en la embajada ecuatoriana eran pagados”, aunque eso ya no le importa, porque lo supera la alegría de no tener que sentir más temor de ser regresada al país por la situación ilegal que mantenía.

En el mismo vuelo retornó  Gisella Bajaña, quien trabaja desde hace cuatro años en labores de casa,  también logró legalizar su condición de indocumentada en España. “Mis jefes me ayudaron y gracias a ellos pude obtener mis papeles en apenas un mes”.