Siete puñaladas terminaron con la vida de Flavio Nicolás Ávila Góngora, de 95 años, en horas de la noche del pasado sábado.

El acto delictivo ocurrió en la manzana 310 de la ciudadela Martha de Roldós (norte de Guayaquil), y se desarrolló, según comentó Pedro Ávila Moreira, hijo de la víctima, en circunstancias que su padre estaba solo en su domicilio.

Ávila agregó que su conviviente (no precisó nombres) salió del domicilio para realizar unas compras, esto fue aprovechado por los delincuentes, quienes al encontrar al anciano solo e indefenso en la vivienda, y que por tratar de defenderse de los maleantes, estos le asestaron siete puñaladas en su cuerpo.

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“Él quiso defenderse, pero un viejito no tiene los mismos reflejos que un adulto; mi padre tenía 95 años, no entiendo por qué estos infames le hicieron esto”, se preguntó Pedro Ávila.

El cuerpo del anciano fue encontrado en el piso de su habitación, en la parte alta de la vivienda. Su hijo lo trasladó de inmediato hasta el hospital Luis Vernaza “pero lamentablemente mi papá no resistió y llegó muerto a esa casa de salud”, argumentó.

Los delincuentes lograron sustraerse varios accesorios y repuestos para camiones, de propiedad del hijo de la víctima.
“Lo más probable es que el crimen haya sido por robarle a mi papá porque han de haber pensado que él tenía dinero por haber sido ganadero, pero yo solamente tenía repuestos para camiones, porque me dedico a eso”, dijo Ávila.

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Quienes habitan por la manzana 310, lugar donde ocurrió el asesinato, se mostraron sorprendidos al enterarse de la muerte de Flavio Ávila y afirmaron no haber visto ni oído nada extraño por la noche. “A esa hora había muchas fiestas por aquí y el ruido era impresionante, por eso no hemos escuchado nada”, aseguró una moradora.