Entre 100 y 200 mil galones de diésel se comercializan en los muelles  del puerto de Manta cada día.

Los tres millones de galones de diésel que se necesitan para cubrir la demanda de los barcos ecuatorianos que acoderan en el puerto de Manta se distribuyen a cuentagotas.
Con la ayuda de tres camionetas, el armador pesquero José Anchundia (53 años) llenó poco a poco su barco  artesanal de combustible para iniciar sus faenas de pesca a comienzos de noviembre pasado.

Con cada vehículo hizo tres viajes para trasladar quince mil galones de diésel de distintas gasolineras a los muelles marginales al interior del puerto de Manta, donde permanecía su nave.

Antes de conseguir  combustible por su cuenta, llevaba dos semanas esperando que una comercializadora atienda su pedido y provea del carburante a su barco.

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“Me cansé de esperar y tuve que yo mismo por mi cuenta hacer el trabajo”, precisa, mientras esperaba que su navío regrese de altamar tras quince días de labores.

Hechos como estos son cada vez más frecuentes a lo largo del muelle marginal donde se asientan las embarcaciones industriales y artesanales ecuatorianas en Manta.

Un total de 150 de estas  ingresan al principal puerto manabita para obtener  víveres y especialmente  combustible.

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Las críticas de los  pesqueros, quienes dicen que deben esperar hasta dos semanas para abastecerse, recaen sobre las cuatro principales comercializadoras que operan en la ciudad: Marzam, Petrolíder, Ocean Oil y Repsol.

Un millón de galones
Solo una de ellas, Marzam, cuyo propietario es el prefecto de Manabí, Mariano Zambrano (PSC), expende hasta un millón de galones de diésel mensualmente, lo que representa la tercera parte de la demanda del sector pesquero industrial que bordea los tres millones de galones al mes.

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La cifra solo incluye la cantidad  que Marzam comercializa en los  muelles marginales del puerto de Manta donde se encuentra el 90% de la flota atunera ecuatoriana, compuesta por 83 embarcaciones.

Esta comercializadora también trae el fluido de la refinería ubicada en la península de Santa Elena, en la provincia del Guayas.

A través de barcos cargueros que pueden transportar más de trescientos mil galones de diésel a la vez, expenden el líquido en alta mar a las embarcaciones internacionales que lo requieren.

Los armadores   ecuatorianos de pesca denuncian que solo en los muelles internacionales donde arriban las naves extranjeras, se distribuyen hasta 150 mil galones del carburante cada día, solo en el puerto de Manta.

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Los propietarios de estos buques pagan entre $ 1,50 y dos dólares por cada galón cuando el precio subsidiado es de $ 0,95 por cada galón para la flota pesquera y artesanal del país.

Comercializadora
Marzam, una de las comercializadoras cuestionadas, fue creada en 1981.
Su flota naviera incluye seis  cargueros que pueden transportar entre 200 y 800 mil galones del fluido a la vez.

Pedro Mero, otro armador ecuatoriano, enfatiza que conseguirlo, para ellos, es toda una odisea.

“Las grandes comercializadoras prefieren venderle a los barcos internacionales que vienen a este puerto a proveerse de diésel. Mientras que a nosotros nos tienen esperando o no nos dan todo lo que necesitamos y eso genera pérdidas”, manifiesta Pedro Mero.

PESQUERAS

INGRESOS
Treinta tanqueros que pueden transportar entre seis y once mil galones de diésel ingresan al puerto de Manta a diario para abastecer a las embarcaciones nacionales e internacionales.

MUELLES INTERNACIONALES
Entre cien y doscientos mil galones del combustible se comercializan en los muelles internacionales del puerto de Manta cada día como promedio.

DISTRIBUCIÓN
Solo en noviembre se distribuyeron desde la terminal de Petrocomercial ubicada en Barbasquillo, en el sur de Manta, un total de cuatro millones de galones del fluido.

COMERCIALIZADORAS
53 comercializadoras están autorizadas por la Dirección Nacional de Hidrocarburos para expender combustible de todo tipo en el país.