Con gran osadía los llamados padres de la patria, atendiendo los insaciables y protervos intereses de ciertos titiriteros de la política nacional, aferrados a un sectarismo de graves consecuencias para nuestra endeble democracia, no escatiman esfuerzos por interpretar a su antojo la Carta Magna; es notorio las componendas por debajo de la mesa, el chantaje, las canonjías, las prebendas y tantas inmundicias que dan asco.

Estamos frente a una dictadura legislativa  convertida  en una muralla del tongo.

Estos demagogos de doble discurso son  causantes de los aspectos retardatarios que impiden mejorar nuestras condiciones de vida, porque la podredumbre que se observa en muchos honorables legisladores  ocasiona un significativo deterioro de los valores éticos y morales de la sociedad ecuatoriana.

Publicidad

Con estos ejemplos asquerosos que leemos a diario es imposible que otros organismos del Estado no sucumban a tentaciones malhadadas por ciertos directores de entidades llamadas autónomas y que duran poco tiempo en sus funciones porque deben dar oportunidad a la corruptela enquistada peligrosamente en instituciones del Estado como: Registro Civil, Penitenciaría, Pacifictel, Aduanas, Petroecuador y sus filiales, Seguro Social, Comisión de Tránsito, Policía, Fuerzas Armadas, etcétera.

Hoy nuestros representantes en el Congreso tratan de coartar la libertad de prensa, tratan de poner una mordaza al único medio que no sucumbe al atropello de los poderosos, es necesario transformar la política ineficaz  de nuestro país, debemos exterminar esta plaga que se opone a reformas constitucionales. Debemos buscar otros líderes en las nuevas generaciones para que modifiquen las estructuras estatales y puedan enjuiciar y meter presos a todos los causantes del daño al que nos han sometido  durante décadas.

Prof. Fernando Lindao Tierra
Guayaquil

En estos días hemos observado una agonía de los  valores humanos en las  mujeres y hombres de la sociedad machaleña. Declinación o falta de formación de valores dentro de una educación que se tropieza cada vez  en la involución y marca de por vida a los sujetos de nuestra sociedad.

Publicidad

Qué podemos decir de aquellos malos elementos que supuestamente se  encargan de resguardar nuestra seguridad, que actuaron de manera egoísta bajo una motivación negativa en búsqueda de su pura satisfacción personal. Es la prueba más evidente de la pobreza creciente de valores humanos.

Para terminar con esta agonía se necesita un giro completo donde exista una educación que motive hacia la dirección de la actividad y una enseñanza ejecutora que genere una voluntad puesto que el maestro debe ser tan capaz de motivar al alumno y lograr que en su actuar habitual se reflejen cada uno de los valores, conocimientos y conceptos impartidos.

Publicidad

Dalia Saltos
Guayaquil