Desde el 10 de enero del 2006, los convenios que tenían firmados el Ministerio de Defensa y las petroleras privadas (desde antes del 2002), para ofrecer seguridad en sus instalaciones, quedan suspendidos, anunció Oswaldo Jarrín, titular de esa Secretaría de Estado.

“Eso no quiere decir que se deje sin resguardo militar dichos centros”, precisaron voceros de la institución. Al contrario, dijo Jarrín, se brindará mayor seguridad en las áreas estratégicas.

Lo único que cambia es la figura legal para ofrecer dicha protección física, pues ya no será a través de convenios individuales, sino una operación del Estado.

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Quienes resguardarán, no solo los campos petroleros, sino las refinerías, las terminales petroleras, ductos, poliductos, oleoductos y demás líneas de flujo, conforman una Unidad Específica, que ya tiene definidas las zonas petroleras estratégicas.

El cambio, que se completó ayer se fraguó desde septiembre pasado y en él han trabajado técnicos de Petroecuador, de la Fuerza de Tarea Conjunta Nº 4 (del Oriente) y del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

Ayer se comunicó de las nuevas normas a las diferentes entidades.