Dicho y hecho, lo que  esperábamos. Se nos está haciendo pensar que esto ha resultado la más vil estafa. Llevo cuatro veces intentando recuperar mi dinero de las entradas del fallido concierto de “América”, pero hasta ahora no hay respuesta. De paso,  ayer nos enteramos que uno de los puntos de ventas y devolución, en donde adquirí mi entrada, lo sacaron sin explicación.

No hay a quién recurrir por justicia, lo que sí sé es que otra vez el tontómetro se ha aplicado aprovechando la facilidad que nuestra legislación permite para hacer estos negocios chuecos.

Allan Ricaurte
Guayaquil