Un centenar de ministros de medio ambiente  de todo el mundo iniciaron este jueves en Montreal una maratón de dos días para  intentar ponerse de acuerdo con Estados Unidos sobre una acción conjunta de  largo plazo contra el calentamiento climático.

Pero, 24 horas antes del cierre oficial de la conferencia de la ONU, un  cierto pesimismo reinaba entre las delegaciones que participan en las  negociaciones.

La ministra británica de Medio Ambiente, Margaret Beckett, advirtió sobre  una "falsa euforia" luego de algunos avances en otros dossiers.

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Todos los sectores de las negociaciones tienen exigencias en "unos u otros  aspectos" que pueden colapsar un posible acuerdo sobre el "post-2012",  puntualizó la británica, en nombre de la presidencia de la Unión Europea.

Las negociaciones en Montreal buscan estudiar el futuro del Protocolo de  Kyoto luego de su vencimiento en 2012, buscando compromisos entorno a la  reducción a las emisiones de gases con efecto invernadero.

Un negociador sudamericano, quien pidió el anonimato, destacó que "entre  los malos, no sólo hay estadounidenses", haciendo hincapié en el rechazo de  Washington a ratificar el Protocolo y a comprometerse en un nuevo tratado  internacional luego de 2012.

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"Los japoneses también bloquean. Y Canadá también forma parte del grupo de  los malos, a pesar de las declaraciones públicas del primer ministro"  canadiense, Paul Martin, que no trabaja activamente para lograr nuevos  compromisos, señaló.

Para intentar salir del estancamiento en las negociaciones, el ministro  canadiense de Medio Ambiente, Stéphane Dion, invitó nuevamente el jueves a sus  colegas a desayunar.

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El miércoles, quien encabeza los trabajos de la conferencia de la ONU,  discutió las propuestas de compromiso, y propuso a sus colegas que se realicen  "discusiones" asociando todas las partes de la Convención del clima de Rio  (1992), para poner en práctica "una cooperación a largo plazo" sobre el efecto  invernadero a nivel mundial.

El proyecto publicado el lunes por Dion plantea que Estados Unidos y  Australia se comprometan a la reducción de la emisión de gases contaminantes  para después de 2012, ya que ambos se negaron a ratificar Kyoto y actualmente  están exentos de obligaciones en este terreno.

También pretende involucrar, de forma menos comprometedora, a grandes  emisores como China, India y Brasil.

La idea es implicar en los futuros esfuerzos de la limitación del efecto  invernadero no sólo a Estados Unidos, pero también a los países emergentes.

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Beckett se congració públicamente con la nueva propuesta de Dion. Según  fuentes diplomáticas, el texto, donde no se fija una fecha límite para las  discusiones preliminares sobre el "post-2012", es satisfactorio para la Unión  Europea.

El ministro ruso, Alexandre Bedritsky, tomó posición a favor de un "diálogo  constructivo entre todas las partes a la Convención" en vista de una  "cooperación mundial" sobre el cambio climático.

Por su parte, la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, se  pronunció sobre los "compromisos voluntarios" de los países del sur, para  limitar las emisiones de CO2 de los sectores industriales.

"Sin compromiso cifrado ni objetivo cuantificado, Brasil cree en sus  responsabilidades: sus compromisos voluntarios ya contribuyen a reducir las  emisiones de gas con efecto invernadero", dijo el jueves la ministra.

Más de un centenar de ministros de Medio Ambiente están presentes en la  metrópoli quebequense donde se desarrolla la conferencia de Naciones Unidas  sobre el cambio climático.

Tienen tiempo hasta el viernes para definir cómo continuar después que  expire, en 2012, el Protocolo de Kyoto, que impone a 34 países ricos reducir  sus emisiones de gases de efecto invernadero.