El embajador de Ecuador en Washington, Luis Gallegos, dijo esperar que la reciente deportación por EE.UU. del sacerdote Carlos Flores, condenado por corrupción, sea “un buen augurio” para lograr la repatriación de otros cinco ecuatorianos buscados.

“Queremos continuar la cooperación muy estrecha con el Departamento de Justicia y dinamizar más el entorno de la lucha contra la corrupción”, señaló Gallegos.

Cinco casos
Ecuador quiere que Washington deporte o extradite a cinco ecuatorianos acusados de corrupción, según Gustavo Anda, encargado de asuntos legales en la Embajada en Washington, quien no divulgó los nombres o detalles sobre los casos.

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Anda señaló simplemente que se trata de ex banqueros o ex funcionarios del Gobierno.

Un hito
La deportación de Flores ha sido un hito para Ecuador, que hasta ahora no había logrado que Washington repatriara a uno de sus ciudadanos acusado o condenado por peculado, manifestó Anda.

“Espero que sea un buen augurio sobre otras deportaciones”, dijo Gallegos.

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Una de las razones del poco éxito de Ecuador hasta el caso de Flores para lograr la repatriación de supuestos corruptos es lo complicado y demorado del proceso de extradición, según los funcionarios de la Embajada.

Antiguo convenio
Además, Anda señaló que “el convenio sobre extradición (entre Ecuador y EE.UU.) es un poco antiguo”.

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Flores había sido condenado en ausencia en su país de origen a doce años de cárcel por enriquecimiento ilícito cuando ejerció como gerente de la aduana de Quito, entre el 2000 y 2003.

Fue detenido el viernes en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, adonde llegó acompañado por dos agentes del Servicio de Inmigración de Estados Unidos.

Flores había solicitado a EE.UU. ser deportado al Vaticano en su calidad de ex sacerdote, pero Ecuador “realizó gestiones para que no se concretara” su petición, lo cual consiguió, explicó Anda.

Pidió extradición
Quito pidió la extradición de Flores en junio del 2003 y en diciembre de ese mismo año el Servicio de Inmigración de los Estados Unidos lo apresó por irregularidades en sus documentos de entrada al país.

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“Estamos muy satisfechos con la deportación”, recalcó Gallegos.