Las manos quemadas y deformadas de José Manuel, un niño afectado por la explosión de una camareta, son lo que más llama la atención a quienes observan el folleto que el Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (CBG) distribuye en sitios  de concentración masiva.

La repartición de estos elementos y hojas volantes que advierten el peligro de manipular fuegos artificiales es la herramienta de la institución para concienciar a los ciudadanos sobre el riesgo de utilizar explosivos.

Así lo explicó ayer el primer jefe del CBG, Jaime Cucalón, quien recordó que la ley prohíbe el uso de fuegos artificiales sin el respectivo permiso de la institución.

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Según Cucalón,  100 integrantes  de la institución participan en la campaña y reparten el material en los centros comerciales, el sector de la Bahía, entre otros.

Recordó que esta iniciativa ha dado resultados, pues  hasta el 2003 había  un promedio de 30 personas quemadas por día, mientras que el año pasado ese número se redujo a la mitad.

“La gente piensa que un chispeador no trae peligro.  Puede caer en el ojo y lo quema, puede caer en la ropa y  quemarla”, explicó el comandante del CBG.

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Agregó que en los últimos años el índice de incendios durante diciembre (cuando aumenta la comercialización de este tipo de artefactos) ha disminuido, aunque no citó cifras, pero señaló  que la reducción tiene relación a las campañas de prevención y los operativos llevados a cabo   en coordinación con el Ejército. 

“Todo los fuegos artificiales tienen explosivos. Todo es tóxico. Tratamos que los niños tengan un fin de año feliz y no metidos en el hospital”, mencionó Cucalón luego de recordar las sanciones.

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El oficial citó a la Ley de Defensa Contra Incendios que establece una multa de uno a dos salarios mínimos vitales (de $ 4 a $ 8) y prisión de seis a quince días a “quienes hicieran volar globos con sustancias inflamables o quemaren fuegos artificiales”.

La misma sanción se aplica a “quienes en las calles y plazas reventaren petardos o cohetes o hicieren fogatas sin permiso de la Policía”.

La campaña en los medios impresos y en las radios empezará en la tercera semana de diciembre. En esa fecha aumenta la venta de petardos.

11 MUERTOS
fue el resultado del incendio registrado el 5 de diciembre de 1997 en la Bahía Huayna-Cápac por la explosión de camaretas. Se estimaron pérdidas cercanas a los 2.500 millones de sucres.

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102 EMERGENCIA
El número de la central de emergencias y denuncias del Cuerpo de Bomberos atiende  las 24 horas